Un Plan de Instrucción de Carácter
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Un Plan de
Instrucción de Carácter
¿Por Qué? Un compositor
da instrucciones precisas en cuanto a cómo tocar su música.
Un inventor probablemente sabe mejor cómo operará más eficientemente
su máquina. El hecho de crear
otorga el derecho de mandar. La autoridad del fabricante procede por lo menos en parte de
sus conocimientos. Perderemos la
hermosura y la música y el poder de la vida si intentamos vivirla sin prestar
atención a El que originó su diseño, que compuso sus armonías más
profundas, y que "inventó" nuestras mentes y cuerpos. ¿Por qué dio
Dios mandamientos en la Biblia? Moisés
el legislador da una razón en Deuteronomio 6:24: "Y el SENOR nos mandó
que observáramos todos estos estatutos… para nuestro bien y para preservarnos
la vida, como hasta hoy." Imagínate cómo
sería vivir en un país donde nadie quisiera nada que perteneciera a otro;
donde jamás alguien mintiera; donde nunca hubiera robo, adulterio, homicidio;
donde los hijos siempre obedecieran respetuosamente a sus padres; donde se diera
una hora de trabajo honesto por cada hora de nómina; donde se guardara un día
por semana de propósitos ordinarios para adorar al Creador; donde la gente
amara a sus prójimos y a Dios con todo su corazón y mente y alma. Tendríamos un
ambiente tan lleno de paz, felicidad, y prosperidad como no se podría imaginar
– pero sería un producto natural de obedecer a Dios. ¿Cómo? Admiramos
muchas cualidades del carácter y queremos ver que se desarrollen en nosotros
mismos y en nuestros hijos. Estas
son algunas pistas. 1. Fija metas
que son específicas. Usa listas
como las de Gálatas 5:22, 23 o II Pedro 1:5-7 o Romanos 12. 2. Enfócate
en una meta al mes. Hace años
cuando mi padre me vio con demasiadas actividades desperdigadas, dijo, "No
trates de cavar un pozo por todos lados en el suelo." "Hablad verdad cada cual con su prójimo" (Efesios
4:25) ó "Sean amigables" (1 Pedro 3:8) serían metas apropiadas. 3. Explica
claramente que la familia quiere enfocarse en esta cualidad por el próximo mes.
Piensen juntos en hechos que mostrarán si la están logrando.
Cada persona debe cuidar principalmente de su propia conducta, pero los
padres tendrán la responsabilidad de corregir a un hijo. 4. Demuestra
la cualidad. Dale alta prioridad en
tus oraciones y tu vida cotidiana. Si
fallas, confiésalo. 5. Anima
frecuentemente. Varios estudios
hechos con alumnos en la escuela o con militares muestran que si no se anima
cuatro veces más que se critique, una persona se dará por vencida.
Una grabadora puede ser útil para comprobar si alabas cuatro veces más
de lo que regañas. 6. Corrige
seguramente. Esto es difícil.
Es fácil ser vacilante y, por lo tanto, actuar de forma imprevisible.
Tres sugerencias podrán ayudar. Primera,
da pocas órdenes. Segunda, mira (y
no solamente por 30 segundos) para ver que cada orden se obedezca completamente.
Tercera, prepara de antemano el castigo apropiado para que el niño se dé
cuenta que no es el resultado de tu ánimo, sino una consecuencia de su mala
conducta. Used by Permission The Teaching Home Box 20219, Portland OR 97294 (503) 253-9633, www.TeachingHome.com February / March 1991 |