Formación de Carácter
por Ed E.
Lucas 2:52
dice: "Y Jesús crecía en sabiduría." Todo niño debe crecer en
sabiduría, lo cual implica la unión del conocimiento académico y el moral.
Trasfondo
Moral
El aprendizaje
académico sin un trasfondo moral produce aplicaciones amorales del conocimiento
y de la tecnología. Nada puede ser más devastador para una persona, una
familia o una nación que tener conocimiento sin discreción, sabiduría o carácter
moral. Como dice I Corintios 8:1, "El conocimiento envanece, pero el amor
edifica." Las sociedades más crueles, inmoderadas e injustas han sido
construidas sobre aplicaciones amorales y egoístas del conocimiento.
A los maestros
de la escuela pública no se les permite enseñar valores morales absolutos. Por
tanto, un monstruo llamado humanismo ha tomado el lugar de la ética
judeo-cristiana bajo la pretensión de que es el común denominador para toda la
gente. Pero un análisis minucioso nos muestra que no sólo está diametralmente
opuesto al cristianismo, sino que también es intolerante del mismo.
Hábitos
Disciplinados
Por otra
parte, con sólo enseñar un trasfondo moral en el aula no necesariamente se
imparten convicciones morales. Es importante reconocer cómo adopta un individuo
su filosofía de la vida. II Timoteo 4:3-4 dice, "Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias."
Los deseos mal
ubicados y la mala conducta resultante, pueden dictar el sistema de creencias de
una persona. Si un niño desarrolla patrones de hábitos que son contrarios a lo
que se le está enseñando, con el tiempo tendrá que cambiar o su sistema de
creencia o sus hábitos para poder vivir consigo mismo.
Es más fácil
cambiar el sistema de creencia que los hábitos de uno. Por tanto, es
importante, cuando se educa a un niño, concentrarse no sólo en el trasfondo
moral, sino también en los hábitos y las cualidades de carácter que no están
en conflicto con ese trasfondo moral.
Filosofía
Satisfactoria
También es
importante entender que mientras que los hábitos no piadosos pueden llevarnos a
creencias impías, los hábitos piadosos recalcados sin una base doctrinal de
razonamiento bíblico sólido no se podrán sostener en la edad adulta.
Por esto es
imperativo concentrarse en carácter y virtud en el entrenamiento de un hijo y
después recalcar esas virtudes con una filosofía que satisfaga espiritualmente
e intelectualmente y que dé propósito a la vida de un niño. Naturalmente,
pensamos que sólo el Señor Jesucristo puede dar esto, como es manifiesto por
su declaración: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí" (Juan 14:6).
Formación de
Carácter Individualizada
No es fácil
formar el carácter de un niño y requiere de técnicas variadas para cada niño
en particular. Lo importante aquí es que conozcas a tu hijo y desarrolles un
programa de entrenamiento que realce sus puntos fuertes y corrija sus
debilidades.
Esto se puede
hacer mediante la aplicación de los principios de I Tesalonicenses 5:14:
"También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis
a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para
con todos." Observa que se prescribe el tratamiento apropiado para cada
necesidad específica. A veces un niño necesita amonestación, en otras
ocasiones ánimo, a veces ayuda y siempre paciencia. Esto se logra con mayor
eficacia uno a uno.
Las
percepciones del niño sobre la verdad son tomadas de aquellos que son más
significativos en su vida y que hablan directamente a sus emociones afirmando o
desafirmando su significado. Si los compañeros hacen este papel en lugar de los
padres, el deseo de ser aceptado por sus compañeros se convierte en la regla
por la cual se desarrollan todas las habilidades de socialización y hasta llega
a convertirse en la motivación que le estimula a alcanzar ciertos logros.
La influencia
sutil y peligrosa de la presión de grupo ofrece el obstáculo más grande para
los padres porque es una influencia más fuerte que las ideas filosóficas o la
lógica. Alcanza hasta las motivaciones básicas para vivir que tratan con la
identidad personal y con los propósitos. El niño puede no tener la capacidad
para ver que la Palabra de Dios sí tiene las respuestas para sus más profundos
anhelos. (Aun algunos adultos batallan para encontrar la relación.)
De hecho, si
la dependencia de grupo no se previene ni se cura en la niñez, dominará en la
edad adulta también.
La Escritura
nos advierte de los peligros de la presión de grupo:
"No erréis;
las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres" (I Corintios
15:33).
"El que
anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será
quebrantado" (Proverbios 13:20).
Padres que son
Ejemplos Modelo
La socialización
positiva es una función de tres cosas: un buen ejemplo modelo, un concepto bíblico
de sí mismo y supervisión madura estrecha. Los niños y los adultos operan
gran parte del tiempo con base en la aprobación de aquellos que son más
importantes en su vida. Los niños que pasan más tiempo con sus compañeros que
con sus padres desarrollan dependencia de grupo. Este es el hábito de evaluar
su propia conducta, valores y sentido de bienestar o felicidad por las
respuestas de sus compañeros. Esto puede producir inseguridad o agresividad.
Pero el niño que pasa mucho tiempo con un adulto razonable, maduro y amoroso
desarrolla un "apego" (no una dependencia) que le permite evaluar su
propia conducta, sus valores y un sentido de bienestar o felicidad basado en la
crianza consecuente del adulto.
La diferencia
entre dependencia y apego es básicamente que la dependencia se basa en el temor
a la desaprobación. Los jóvenes que no se conforman a las normas, expectativas
y modas de sus compañeros saben que serán acosados y rechazados.
Por otra
parte, el apego se desarrolla con base en límites de conducta absolutos y
ciertos, establecidos y sostenidos por padres amorosos. Si este apego tiene
tiempo para desarrollarse y se mantiene en los años de la adolescencia, los
padres y el Dios que representan se convierten en el punto de referencia por el
cual el adolescente o joven puede evaluar objetivamente sus preferencias
sociales, valores y metas. La alternativa es una evaluación subjetiva basada en
la dependencia de grupo. Es importante que los hijos pasen tiempo suficiente con
sus padres para mantener un apego y no suficiente tiempo con sus compañeros
para formar una dependencia.
Concepto
Correcto de Sí Mismo
Un concepto
correcto de sí mismo también es esencial para el proceso de socialización. La
persona que está convencida de que tiene gran valor a los ojos de Dios y con
quien la familia cuenta para que sirva en el hogar tiene una personalidad muy
segura, que es algo inmune a las opiniones de otros. Pasar tiempo con aquellos
quienes más le aman le libra de sentirse inadecuado y le permite tomar
decisiones objetivas en la vida en lugar de decisiones basadas en cómo percibe
que otros lo ven.
La Escritura
nos exhorta en Romanos 12:3, "Digo, pues, por la gracia que me es dada, a
cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que
el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de
fe que Dios repartió a cada uno." La exhortación es que seamos humildes,
pero al mismo tiempo que entendamos que Dios ha dado a cada persona una medida
de fe con el propósito de cumplir con una muy importante función en la vida.
Supervisión
por Adultos
La supervisión
estrecha por adultos y la disciplina son necesarias para una socialización
debida. Proverbios 29:15 declara que "La vara y la corrección dan sabiduría;
mas el muchacho consentido avergonzará a su madre." Los niños, al
experimentar con relaciones sociales, instintivamente buscan sus propios
derechos, y así establecen habilidades y destrezas de socialización egoístas.
(Y recuerda, con el tiempo los hábitos llegan a influenciar el sistema personal
de creencia.)
Sólo cuando
los adultos ofrecen dirección, corrección y justicia imparcial pueden los niños
aprender las debidas habilidades sociales de velar por los derechos de otros así
como por los suyos propios. Esto se puede lograr de mejor manera al observar a
tus hijos interactuando con pequeños grupos de hermanos, amigos o vecinos bajo
vigilancia estrecha.
El concepto de
permitirles "arreglárselas por sí mismos" resulta en socialización
negativa. Proverbios 22:15 dice que "La necedad está ligada en el corazón
del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él." Aun cuando
los conceptos debidos sean aplicados por los adultos, es muy difícil en una
situación donde hay una alta proporción de niños a adultos, modificar
efectivamente la socialización negativa y la necedad multiplicada que ocurre
cuando los niños se juntan.
Motivación Bíblica
Algunos han
dicho que la competencia de compañeros se puede usar para promover la buena
conducta (por ej., competencias de memorización bíblica). Sin embargo, la
buena conducta sin la doctrina o motivación correcta no podrá ser conservada.
Por otra parte, un niño cuyos padres han repetido con amor las razones para
memorización bíblica, y quien obedientemente memoriza versículos para
agradarles, llegará un día a seguir memorizando las Escrituras para agradar a
Dios.
Queremos
formar niños que apliquen Colosenses 3:23, 24 que dice: "Y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del
Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís."
Esta perspectiva del aprendizaje y los logros producirá una actitud de
excelencia, no para verse bien a los ojos de los compañeros, sino por el
compromiso y la gratitud con Dios y el amor por otros.
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August /
September 1990
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