Diez Cosas Que Quisiera Haber Sabido
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Diez Cosas Que
Quisiera Haber Sabido
Con un hijo en
la universidad y el otro a nivel de escuela superior, lamento ver que se
aproxima el final de nuestra educación en el hogar. Creo que si al
principio hubiera sabido algunas cosas que sé ahora, hubiera abrazado la
educación en el hogar con más entusiasmo desde un principio. 1. No Tiene
Nada de Malo Tener Miedo. Como queremos
darles a nuestros hijos lo mejor, la escuela en casa puede parecernos espantoso.
Existe mucha incertidumbre y nos sentimos incapaces. Es cierto que
Dios desea que los padres sean dedicados y piadosos. Pero nos dice en Santiago
1:5: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual
da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Conforme
obedecemos a Dios, buscando su sabiduría en su Palabra y en la oración, Él
nos dará la sabiduría que necesitamos. 2. No Te
Preocupes por la Secundaria Ahora. Nosotros
empezamos a instruir a nuestros hijos en el hogar tempranamente en su educación,
pero constantemente hubo quien nos preguntara: “¿Cómo le van a hacer en la
Secundaria? ¿Cómo van a enseñar Álgebra y Química?” Nosotros no
sabemos lo que pueda suceder dentro de diez años, ni tan siquiera dentro de un
año. Lo que Dios requiere de nosotros es fidelidad hoy. Él quiere que
hoy nos concentremos en el grado donde están nuestros hijos ahora, poniendo lo
mejor de nosotros para lo que necesitan hoy. 3. Tú Puedes
Ser Una Gran Maestra. Para la
educación en el hogar no es necesaria la capacitación en el magisterio. Mejor
es leer revistas y libros sobre educación en el hogar, así como otros libros
de conocimientos básicos. Platica con padres e hijos que tienen experiencia con
la educación en el hogar. Recuerda cómo enseñaban tus maestros favoritos. A medida que
aprendas, desarrolles y cambies para satisfacer las necesidades de tus hijos,
llegarás a ser la maestra que el Señor quiere que seas. 4. No Existe
Ningún Material Académico Perfecto. Yo me pasé
los primeros diez años de nuestra instrucción en el hogar buscando el material
académico perfecto, mientras que mi marido me señalaba constantemente lo bien
que iban nuestros muchachos con lo que ya teníamos. Existen muchos
programas muy buenos, pero no hay ningún programa que sea ideal para todos los
que educan en el hogar. Uno de los
maravillosos beneficios de la educación en el hogar es que podemos experimentar
con diversos materiales y métodos educativos. Platica con
otras familias acerca de los materiales educativos que ellos usan. Revisa sus
materiales y pregúntales qué es lo que les gusta y lo que no les gusta.
Platica con distribuidores en las exhibiciones de materiales y lee acerca de
materiales nuevos. 5. Deben Estar
Dispuestos a Hacer Experimentos. En ocasiones
le hace bien al niño probar con materiales o métodos nuevos. En algunas
materias es necesario que aprendas las bases antes de que puedas construir sobre
ellas pero en otras materias no hará daño usar de creatividad. Mientras te
asegures de que tu hijo aprenda sus materias básicas, puedes ajustar la manera
y el momento en que construya sobre ese fundamento. 6. No Tienes
Que Terminar el Libro. En ocasiones
hemos cambiado de libro a mitad de año porque el que estábamos usando no
estaba dando resultado. Hemos abandonado una materia a mitad de año para
terminarla después o nunca. Nos enteramos
de que la mayoría de las escuelas públicas no siempre terminan los libros
tampoco. No es mi intención comunicar una actitud de despreocupación.
Trabajamos duro, programo con esmero, pero ya no estoy esclavizada por la
educación en el hogar. Ambos
muchachos han salido bien cuando han sido examinados, pero cuando se presentan
contratiempos o problemas inevitables, ajustamos nuestro horario, nuestro
programa o nuestros métodos. ¡Y en ocasiones no terminamos el libro! 7. No Tienes
Que Conocer el Estilo de Aprendizaje de tu Hijo Ahora. Cuando yo
comencé, no conocía suficientemente bien a nuestros muchachos ni sabía
suficiente acerca de estilos de aprendizaje para adivinar cuál fuera el de cada
uno de ellos. Aun hoy no
podría decir cuáles son precisamente sus estilos de aprendizaje óptimos, pero
he dado con estrategias para ayudarles a librar los atolladeros. En la
actualidad hay más materiales con excelentes ideas para ayudarte a aprovechar
los puntos fuertes del estilo de aprendizaje de tu hijo. Sin embargo, yo te
aconsejo que no te apoyes tanto en sus puntos fuertes que no fortalezcas sus
puntos débiles. 8. Tu Hijo Está
Mejor Sin “Socialización.” Parece que la
gente tiene la idea de que la única manera en que tu hijo puede aprender a
llevarse bien con otros es que lo suelten en medio de otros treinta tiranos de
cinco años de edad para ver quién logra sobrevivir. Pero Dios
tiene una idea diferente. Él dice: “Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo” (Efesios 4:32). Necesitamos
enseñar a nuestros hijos que benignidad incluye compartir sus juguetes, jugar a
lo que la otra persona quiere jugar, y practicar buenos modales. La esencia de
la verdadera socialización el la Regla de Oro. En otro tiempo hasta las
escuelas públicas enseñaban eso. 9. Los
Adolescentes Son Personas Maravillosas. En algún
tiempo yo me angustié mucho por el momento en que mis niños llegaran a ser
adolescentes. La gente decía:
“No más espera hasta que sean adolescentes. Se rebelarán. Todos lo hacen. Es
parte del proceso de maduración.” ¡Eso no es
cierto! No todos los adolescentes se rebelan. Solamente en este siglo se ha
visto la rebeldía masiva de los adolescentes que algunos nos dicen es normal. La buena
noticia es que no es necesario que suceda si desarrollas una buena relación con
tus hijos. Pasen tiempo juntos, no sólo estudiando, sino trabajando, jugando y
adorando. Mi esposo es
el fan número uno de nuestros muchachos. Él fomenta sus intereses, como la
computadora o el fútbol, aún cuando no sean las cosas que le interesan a él.
Él es el modelo que ellos tienen de lo que significa hombría en su trato
conmigo, en su compromiso con el Señor y en su liderazgo espiritual de la
familia. Los años
adolescentes han sido los mejores de todos hasta ahora. Debo reconocer que no
siempre estamos totalmente de acuerdo en todo, pero podemos comentar nuestras
diferencias de opinión. Los muchachos son personas idealistas, serios y
fascinantes que tienen compromiso con el Señor. 10. La
Dedicación es la Clave del Éxito de la Educación en el Hogar. Cuando uno
hace que su educación en el hogar sea la más alta prioridad, tendrá éxito.
No todo muchacho podrá sobresalir en las mismas áreas, ni hará las cosas
igual. Sin embargo, la atención personal ayudará a cualquier muchacho a lograr
más. Tu compromiso
se manifiesta en la constancia, en dedicarte al estudio todos los días, en lo
que puedes aprender de las situaciones imprevistas que interrumpen las
lecciones, y en no darte por vencida cuando sientes que no estás haciendo nada
bien. Comprométete
a hacer el mejor trabajo que te sea posible. Si el día de hoy no salió tan
bien, intenta un método nuevo mañana. Llama a alguna amiga que educa en el
hogar para buscar ánimo, pero no dejes de volverlo a intentar, porque estás
formando a un joven o a una señorita para Dios. Copyright July/August 1998 by The Teaching Home, Box 20219, Portland, OR 97294 www.TeachingHome.com Reprinted by
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