La Última Palabra – Agosto 2001
por Mike Richardson
Acabamos
de terminar nuestra Sexta Conferencia Anual. Las casi ochocientas personas que
pudieron asistir, procedentes de cinco países y dieciocho estados de México,
estaban allí por una razón principal – desean conocer más de Dios y de sus
caminos. Hay muchos cristianos que están pidiendo a Dios: “Muéstrame la
senda de la vida” – en relación con sus hijos y la manera de criarlos en
los caminos de Dios.
Hace
16 años cuando nosotros iniciamos con nuestros hijos esta nueva senda – la
educación en el hogar – mi esposa y yo no estábamos apoyándonos en nuestras
propias fuerzas, ni en nuestra sabiduría, sino en Filipenses 4:13: ”Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece.” Nuestros deseos principales para nuestros
hijos, en aquel tiempo y hoy también, son:
·
Que
tengan el carácter de Cristo en su vida.
·
Que
teman a Dios.
·
Que
realmente amen a Dios con todo su corazón y todo su ser.
Quiero
compartir unas pistas que nosotros hemos aprendido con el paso de los años. El
tiempo entre el nacimiento y más o menos seis años de edad es como el cimiento
de la casa. Este tiempo les hará
firmes para toda su vida. Por ejemplo, casi todo lo que necesitamos saber para
vivir y para resistir en este mundo, lo aprendimos antes de los seis años de
edad.
·
Aprendimos
cómo compartir con otros.
·
Aprendimos
a no pelear ni pegarles a otros.
·
Aprendimos
que todas las cosas tienen un lugar y que todas las cosas deben estar en su
lugar. (Bueno, unos todavía están tratando de aprender esto.)
·
Aprendimos
que no debemos tomar ni tocar cosas que no son nuestras.
·
Aprendimos
cómo pedir perdón.
·
Aprendimos
que las galletas recién hechas son ricas.
·
Aprendimos
que es saludable lavarnos las manos antes de comer.
·
Aprendimos
cómo tomar una siesta y que la siesta es buena.
·
Aprendimos
que las mascotas mueren y nosotros también.
Pónganse
a pensar: "Cuánto mejor sería el mundo o tu familia, si tomaras tiempo
para unas galletas y una siesta con tus hijos."
Lo
que trato de decir es que ustedes (y yo también) debemos tomar el tiempo con
nuestros hijos – ahora – porque mañana es demasiado tarde. No existe una fórmula
para el éxito con nuestros hijos pero estoy convencido de que tres fundamentos
están incluidos en la voluntad de Dios para cada familia. Son: tiempo de
calidad, tiempo en cantidad, y el tiempo.
Por
favor oren por mí mientras yo oro por ustedes sobre este punto.
En
Cristo,
Mike
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