Entre Mamás – Agosto 2001
por Pamela Richardson
Ha
sido un gran placer estar con muchas de ustedes en la Sexta Conferencia Anual
del Hogar Educador. Me alienta la fidelidad que han mostrado en la instrucción
de sus hijos en los caminos del Señor.
Tengo
pegadas en la pared de mi cocina las palabras de una cita de Hudson Taylor,
misionero a la China. La Misión del Interior de China ha sobrevivido durante
muchas generaciones como testimonio de la fidelidad de él. La cita dice:
“Algo pequeño es algo pequeño, pero la fidelidad en algo pequeño es algo
grande.”
Yo paso mucho tiempo en mi cocina. Cocinamos, comemos,
estudiamos y simplemente pasamos el rato en la cocina. Realmente es el centro de
mucho de lo que sucede en nuestro hogar. Cada vez que paso por donde está esta
cita, la leo. Mi día está repleto de “cosas pequeñas.” Son mi vida.
Mientras
escribo este artículo en la mesa de mi cocina, Josué está sentado en el piso
frente a mí. Está construyendo casas con cassettes. Cada vez que se le cae la
casa, lo levanta de nuevo. Me recuerda un versículo de Proverbios –La mujer
sabia edifica su casa, mas la necia con sus manos la derriba. Estamos
construyendo nuestras casas por medio de nuestra fidelidad en las cosas pequeñas,
aunque no creo que Dios las vea como cosas pequeñas.
A
veces, cuando nuestra casa no sale como quisiéramos, las derribamos en ira –
los hijos o el marido no son de nuestro agrado o las cosas no salen como quisiéramos.
Yo
le recuerdo a Josué: “Cuando tu casa se caiga, recógela. Pero no la
destruyas con tus propias manos.”
Cada
día tenemos muchas oportunidades para ser fieles en las cosas pequeñas–fieles
en servir a nuestra familia y a Dios. Que Dios les bendiga al hacer cosas
grandes por Él.
Pizza
de Tortilla
Tortillas
de harina
Puré de tomate sazonado con ajo, orégano y albahaca.
Queso
asadero o mozzarella rayado
Otros
ingredientes opcionales:
Carne
de res molida dorada
Champiñones
Tomate
picado
Cebolla
Chile
morrón
Pepperoni
Dora
las tortillas y cúbrelas de puré. Adereza al gusto. Hornea unos diez minutos a
200 °C,
hasta que el queso se derrita y se dore. A nosotros nos gustan sencillos y sin
aderezo. A veces los niños se los comen como tacos. Les llaman “tacos de
pizza.”
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