Ideas Prácticas para Animar a los Hijos
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Ideas Prácticas
para Animar a los Hijos
Pon una
sonrisa en tu cara, en tus ojos, y en tu voz. Cultiva esto aunque al principio
te parezca incómodo. Entonces podrás hacer "resplandecer tu rostro"
sobre tu familia (y otros). Su ausencia, cuando se portan mal tus hijos, puede
decir más que muchas palabras. Asimismo,
desarrolla el hábito de mirar a alguien a los ojos y de mostrar cariño en las
cosas pequeñas durante el día. Tú ya sabes que amas a tu familia; ¡esto les
permite a ellos saberlo también! Procura
proporcionar frecuentemente reconocimiento verbal y aprobación. Asegura que sea
honesto, específico, y relacionado con la conducta (ej., "¡Te preparaste
bien rápido esta mañana! ¡Te lo agradezco!" Ó, "Veo que estás
haciendo un gran esfuerzo por ser amable. ¡Muy bien!"). Busca lo positivo,
mas no conviertas la aprobación en algo hueco al deshacerte en elogios por
cualquier cosa. Al corregir,
prepara un "emparedado de reprensión" con palabras de aliento antes y
después. Esto facilita "tragar" la reprensión, y también
proporciona combustible emocional para obrar el cambio. Por ejemplo, dirás:
"Sé que eres un alumno capaz. Sin embargo, este trabajo no es
satisfactorio; es difícil de leer y tiene errores de negligencia. Quiero que lo
vuelvas a hacer, porque sé que lo puedes hacer mejor. ¡Déjame ver tu trabajo
bien hecho la próxima vez!" A los adultos
les gusta ser recompensados (aprecio, notas de agradecimiento, reconocimiento,
cheques de sueldo). A los niños también. Utiliza parte o todo lo siguiente,
según sea apropiado, para el trabajo adicional con una buena actitud: una
sonrisa, un abrazo, una palabra de ánimo, estrellitas, calcomanías, sellos,
golosinas, premiecitos, actividades especiales, privilegios adicionales, irse a
la cama tarde, un día exento de quehaceres, dinero, fiestas, ceremonias,
recompensas, certificados. Copyright Dec. / Jan. 1991 by The Teaching Home Box 20219, Portland OR 97294, www.TeachingHome.com Reprinted by
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