Correspondencia para Enseñar Redacción
|
Correspondencia
para Enseñar Redacción
Nuestra
familia escribe cartas casi cada semana. Normalmente cuando escribimos, todo el
que tenga edad para escribir o sostener una crayola redacta su propia carta. El
destinatario recibe todo un paquete de cartas en lugar de una sola en
representación de toda la familia. Esto requiere
una inversión de tiempo y esfuerzo, pero los beneficios bien valen la pena. El primer
beneficio es para la persona que escribe. Las cartas proveen oportunidad para
practicar ortografía, caligrafía, gramática, redacción y todas esas
habilidades que nos conducen a llenar páginas de cuadernos intentando
aprenderlas. Las cartas son
mucho más eficientes que los cuadernos, cuyos beneficios terminan cuando se ha
llenado el cuaderno. La redacción
de cartas también ayuda a los niños a cultivar relaciones con amigos y
parientes que se encuentran lejos. Como respuesta
a la rutina de “Ya estoy cansado de escribir cartas,” les pido a los niños
que recuerden cuánto lo disfrutan ellos cuando alguien se toma el tiempo para
escribirles a cada uno de ellos (sí tenemos unos cuantos parientes que se toman
el tiempo para escribir). Los que no
tienen tiempo para escribir cartas individuales a cada niño, en muchos casos se
dirigen a cada niño en una misma carta para agradecerles. Esta carta es leída
en voz alta para todos. Sin embargo,
es importante enseñar a los niños que “más bienaventurado es dar que
recibir.” Aquellos que
reciben las cartas interesantes, bien redactadas y con buena caligrafía, no
pueden más que enterarse de que tus hijos están aprendiendo algo con su
educación en el hogar. Lo que es más,
en nuestro caso algunas de las personas a quienes les hemos escrito han
mencionado que nuestros hijos son los únicos que jamás les han enviado cartas
de gratitud. Después de
cinco años de experiencia, presentamos aquí algunas ideas prácticas: Usa papel
reciclado para escribir un borrador primero. Acostumbra a los niños a que no se
aceptarán errores ortográficos ni gramaticales ni mala caligrafía en la versión
final. Esta es la oportunidad para aprender a revisar y corregir. Si los niños
tienen edad para hacer garabatos en una hoja con crayola, entonces tienen edad
para garabatear una carta. La educación en el hogar empieza con el nacimiento,
y cada niño participa según su capacidad. Cuando el niño
tenga edad para copiar una letra, escribe la letra inicial de su nombre en otro
papel para que él lo copie, pero no lo presiones demasiado para que lo copie a
la perfección. Con el tiempo
descubrirá que cada letra tiene su propia forma y significado. Como a la edad
de tres o cuatro años los niños probablemente empiecen a copiar cartas sin
necesidad de ser asesorados por otro. Sin embargo, no es seguro que sigan las
rayas de la hoja. Otra opción
para los niños que no han aprendido a escribir es que ellos dicten una carta
para que tú la escribas. Esto les enseña el concepto de que las palabras
habladas pueden ser convertidas en palabras escritas. Muchos malos hábitos
de escritura se dejarán ver en las cartas. Nosotros no permitimos la repetición
constante de palabras como “muy” y “mucho”. Otra costumbre
que prohibimos es decir: “Voy a hacer esto o aquello,” en lugar de decir:
“Tenemos planes de hacer...” o alguna otra cosa más creativa. “Fue
divertido...” también está prohibido, excepto en el caso de los niños muy
pequeños. Después del
segundo grado hablamos acerca de diversas maneras de lograr que las oraciones
sean más interesantes. Por ejemplo, no iniciar cada oración con la misma
palabra (yo), y variar la estructura de la oración. Procurando no
reglamentar demasiado, pido a cada niño que escriba cierto mínimo de oraciones
y párrafos en sus cartas. Los de primero
y segundo año escriben un párrafo. Los de tercero y cuarto grado escriben dos
párrafos con un mínimo total de diez oraciones y los de quinto y sexto
escriben tres párrafos con un mínimo total de 15 oraciones. Por supuesto,
estos son lineamientos que se pueden modificar. Por ejemplo, a una de mis hijas
le gusta escribir una poesía como uno de sus párrafos. Una papelería
atractiva ayuda a animar a escribir cartas. Se pueden conseguir hojas especiales
para correspondencia con márgenes adornados. Para los más pequeños conviene
que la hoja sea rayada para ayudarles a escribir en líneas rectas. Cuando estábamos
estudiando acerca del congreso escribimos a nuestros diputados en papelería
adornada con márgenes floreados. Los niños se
sintieron muy complacidos cuando cada uno recibió su contestación. El diputado
comentó que nunca había recibido cartas tan coloridas y que las había fijado
en un periódico mural. ¡Feliz Redacción! Copyright April/May 1991 by The Teaching Home, Box 20219, Portland, OR 97294 www.TeachingHome.com Reprinted by permission Nota del
Editor Otra idea es
que tus hijos escriban una carta a El Hogar Educador. Estas son algunas sugerencias de temas. Selecciona uno de estos o escoge otro tema que sería de
ayuda o aliento para otros lectores. •
Lo que les agrada de la educación en el hogar . •
Su viaje de estudios favorito. •
Ideas que ellos usan para ayudar en la enseñanza de sus hermanos
menores. |