¿Es Humanista o Bíblica Tu Filosofía de Crianza de Los Hijos?
por Richard Fugate
Me da mucho
gozo conocer familias que educan en el hogar y cuyos hijos se portan bien y son
ejemplos del entrenamiento de sus padres. Estos hijos sobresalen en contraste
marcado con sus homólogos inmaduros que han recibido poco, o nada, de
entrenamiento para la edad adulta. El contraste existe, no porque estos hijos
bien disciplinados han sido privados de su infancia, sino porque a los demás
hijos se les ha permitido "desarrollarse naturalmente" sin
restricciones o dirección forzosa.
Como siempre,
es la filosofía en la que creen y funcionan los padres la que hace la
diferencia. Es mi opinión que la mayoría de los padres que educan en el hogar
desean sinceramente lo mejor para sus hijos. Sin embargo, algunos sin saberlo
podrán estar siguiendo una filosofía falsa y, por lo tanto, estar sinceramente
equivocados. He encontrado que muchos padres adoptan ciertos principios que han
aceptado de otros sin analizar la filosofía subyacente de la crianza de los
hijos. Quizás si los padres de estos hijos indisciplinados supieran más acerca
de la filosofía que están siguiendo sobre la crianza de los hijos y cómo
contradice la Biblia, volverían a evaluar su posición.
Como lo veo
yo, el asunto fundamental es que hay dos filosofías contrarias sobre la crianza
de los hijos. Una es la filosofía que dice que un hijo:
Es
esencialmente bueno y deseoso de aprender.
Es un producto
de la evolución que avanza naturalmente a través de etapas del desarrollo.
No debe ser
instruido, desafiado, o restringido directamente por los maestros o padres.
Ha de ser
colocado en un ambiente libre de absolutos o inhibiciones enseñadas; donde
aprenda lo que quiera por su cuenta a través de juegos o experiencias de
juego-trabajo.
Esta filosofía
decididamente humanista es fundamental, tanto para las teorías del desarrollo
infantil temprano como para la sicología del desarrollo infantil.
La filosofía
contrastante respecto a la crianza de los hijos cuenta con las verdades bíblicas
como su fuente. Compárense los cuatro elementos siguientes punto por punto con
los anteriores. La Biblia revela que un hijo:
Está sujeto a
su propia naturaleza pecaminosa y no desea aprender nada que requiera esfuerzo a
menos que le agrade u, obviamente, a menos que pueda ser manipulado mediante sus
emociones o deseos (Salmo 51:5; 58:3; Eclesiastés 9:3; Jeremías 17:9; Mateo
15:9).
Es una creación
de Dios la cual no es un animal y, por lo tanto, no debe ser entrenado como tal
(Génesis 1:27; 5:1; 6:7; Job 33:4; Salmo 127:3; Jeremías 38:16).
Definitivamente
el propósito de Dios es que sea instruido (Deuteronomio 6:6,7; todos los
Proverbios; 2 de Timoteo 3:15), desafiado (Proverbios 22:6; Efesios 6:4;
griego), y restringido (Proverbios 29:15; 1 de Samuel 3:13).
El propósito
de Dios es que sea dirigido en el camino hacia la madurez y el servicio a Él
(Proverbios 22:6; Efesios 6:4). Hay que enseñarle los principios absolutos de
Dios (leyes) y cómo pensar dentro de ese marco (Deuteronomio 6:6,7). Su estado
inmaduro no es aceptable y, por lo tanto, tiene que ser entrenado
intencionalmente para alejarle de esa condición (Proverbios 29:15; 1 de Samuel
3:13).
Obviamente,
esta filosofía bíblica contradice a la humanista. No hay manera de combinar
las dos porque "un poco de levadura leuda toda la masa" (siendo la
levadura siempre un símbolo de la maldad o el plan de Satanás). Los padres
tienen que escoger la filosofía que van a seguir. Sin embargo, a veces esto es
más difícil de lo que parece porque Satanás es experto en engañar.
Cuando la
filosofía humanista se aplica a la educación infantil temprana, puede dar como
resultado una enseñanza demasiado escasa y demasiado tardía. A veces esto se
llama "ser lego" por los que se oponen a cualquier aprendizaje
requerido.
Lo más
peligroso de todo es que los padres que han adoptado este método educativo a
menudo continúan con el método en todos los aspectos de la disciplina de su
hijo también. Creo yo que esta es una de las razones por las que algunos que
educan en el hogar tienen hijos indisciplinados. Cuando los padres consideran
que su hijo está simplemente "pasando por una etapa" de la que saldrá
naturalmente o creen que no ha de ser instruido, desafiado, o restringido por
causa de su mala conducta o piensan que las inhibiciones pudieran frustrar su
ego o creatividad, entonces ya llevan mucho camino recorrido hacia la creación
de otro más de los tiranos egocéntricos que abundan en nuestra sociedad
actual.
No importa el
método educativo que utilices actualmente para instruir en el hogar, quizás
ahora sería buen momento para volver a evaluar la conducta de tus hijos. ¿Están
madurando cada vez más? Son más autodisciplinados y considerados de otros? ¿Están
desarrollando un carácter equilibrado? ¿O se encuentran entre los hijos
educados en el hogar por los que algunos me han expresado preocupación – egoístas,
descorteses, indisciplinados, y rebeldes? Si la última es tu conclusión,
favor de considerar la Palabra de Dios cómo el camino a la sanidad de tu
familia. Solamente la Biblia contiene la verdad absoluta acerca de crianza de
los hijos.
Copyright Dec. / Jan. 1991
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