Planear y Presentar una Lección
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Planear y
Presentar una Lección
INTRODUCCIÓN 1. Captar la
Atención Consigue la
atención del alumno, motivándolo a aprender algo que parezca importante. 2. Revisar los
Prerrequisitos Establece lo
que el alumno necesita saber para aprender la lección de hoy. 3. Objetivo Informar al
alumno lo que va a saber o poder hacer al terminar la lección. 4. Organizador
Avanzado Presentar el
tema general, el concepto global de la lección; proporcionar "la idea
grande." CUERPO 1. Describir Explica las
destrezas, los conceptos o los principios de la lección. 2. Demostrar Ilustra las
destrezas, los conceptos o los principios de la lección mediante ejemplos,
diagramas, tablas, etc.; Enseña al alumno cómo recordar el material
presentado. 3. Practicar Permite que el
alumno ponga a prueba su entendimiento en una situación dirigida. 4.
Retroalimentar Proporciona al
alumno información correctiva y alentadora acerca de su desempeño en la práctica. CONCLUSIÓN 1. Resumen Proporciona un
repaso de las ideas claves en la lección; informa al alumno lo que ahora puede
hacer. 2. Transferencia Relaciona lo
aprendido con nuevas situaciones; enseña cómo el material es útil y se puede
aplicar. Si estás
presentando un tema nuevo o complejo, la instrucción directa preparada de una
manera sistemática y determinada puede ser el mejor método.
El método de organización presentado aquí puede ser un factor decisivo
para ayudar a tu hijo a aprender, recordar, y aplicar los nuevos conocimientos o
destrezas. No funcionará para toda
lección, y no es una fórmula para el éxito.
Sin embargo, es una buena manera de organizar las lecciones que requieren
este método. A la izquierda
se presenta un bosquejo que incluye los pasos para planear tal lección. INTRODUCCIÓN Una introducción
a una lección sirve para crear mentalmente el marco para el aprendizaje que
seguirá. Ayuda a motivar al alumno
y "engancharlo" a la tarea presente. 1. Cautivar la
Atención Usualmente los
alumnos tienen mucha curiosidad natural, y a veces el simple hecho de repartir
objetos llamativos en una mesa despierta su interés. En otras ocasiones, una pregunta como, "¿Alguna vez te
has preguntado cómo puede volar el abejorro, con su cuerpo tan gordo y
pesado?" sirve muy bien para conseguir su atención.
La meta del primer paso de la planeación de una lección, captar la
atención, es agregar motivación al gusto normal por el aprendizaje que todo
alumno posee, o crear la motivación donde hay poca o nada para empezar. Compartir con
tu alumno un problema interesante de la vida real aumentará la motivación para
aprender un proceso como la división larga. Procura hacer
pertinente el tema en cuanto a las necesidades y los intereses de tu hijo.
El asunto de calcular los pagos del capital y el interés para nuestro crédito
hipotecario sería un desperdicio en cuanto a mi hijo David; calcular cuántos
reembolsos de latas de soda a cinco centavos se necesitan para comprar un
juguete deseado tiene más probabilidad de "engancharlo" en la división
larga y mostrarle cómo puede ser aplicable y útil en su vida. 2. Revisar los
Prerrequisitos Para casi todo
lo que va a aprender un alumno, hay cosas que ya debe saber – conocimientos o
destrezas que son prerrequisitos. Sin
estos, aprender un material nuevo va a ser difícil y desalentador para el
alumno, y tratar de enseñarlo va a ser frustrante para ti, el maestro. Aprender cómo
enhebrar una aguja usualmente viene antes de aprender cómo hacer el dobladillo.
Probablemente un alumno tendría que saber cómo hacer una afinación
automotriz antes de estar listo para aprender a reconstruir una máquina diesel.
En nuestro ejemplo de división larga, el alumno tiene que saber cómo
sumar y restar y recordar los hechos básicos de multiplicación y división.
El conocimiento del valor también es esencial.
Siempre es una buena idea verificar que tu alumno domine y recuerde los
conocimientos o destrezas que son prerrequisitos. 3. Objetivo Un objetivo es
simplemente una declaración acerca de lo que el alumno sabrá o podrá hacer al
terminar la lección. Un objetivo
puede contener dos partes. Primero,
incluye una declaración de lo que se espera que el alumno sepa o haga. Segundo,
expresa bajo qué circunstancias se espera que el alumno se desempeñe.
Un ejemplo de un objetivo para la enseñanza de la división larga será:
"Al terminar la semana, David, debes poder resolver problemas de división
larga como éstos sin usar tus apuntes o calculadora." A menudo, los
objetivos se pueden declarar de una manera mucho menos formal.
Por ejemplo, una madre que está planeando una clase de economía doméstica
podrá empezar la lección diciendo: "Bueno, hoy quiero que aprendas a
hornear un pastel casero para la cena familiar."
No importa cuál sea el contenido de la lección, los alumnos tendrán
mayores probabilidades de aprender lo que se espera si saben lo que se espera. 4. Organizador
Avanzado Un organizador
avanzado es cualquier cosa que provee al alumno con el tema general, la idea
principal, o el concepto global de una lección antes que se presente la lección.
Me gusta considerar un organizador avanzado como darle al alumno "la
idea general" de una lección antes de empezarla.
Trato de ayudar a mi alumno a captar una idea de cómo la nueva información
o las destrezas encajan en el cuadro más amplio de lo que estamos estudiando. Por ejemplo, la división larga se puede considerar como una
sola parte de un largo "sendero" matemático que estamos siguiendo,
empezando por aprender a contar y terminando más allá del álgebra o el cálculo.
Subrayo que hay muchas otras cosas que vamos a estudiar relacionadas a la
división larga, como las proporciones, fracciones, y decimales. Los
organizadores avanzados son más eficaces cuando se presentan visualmente y se
hace referencia a ellos con frecuencia durante una lección.
Por ejemplo, cuando enseño una lección sobre los árboles de mi estado,
utilizo una tabla como mi organizador avanzado (véase la tabla siguiente) para
ayudar a mostrar dónde hemos estado, dónde estamos hoy, y a dónde vamos. Si actualmente
estamos empezando una lección sobre la identificación de los árboles de hoja
ancha con hojas sencillas, puedo usar la tabla para ayudar a aclarar que los
arces son solamente una parte de un sistema organizado total.
De hecho, el estudio de los árboles de Michigan puede ser parte de un
cuadro mayor si mi meta para el año es estudiar los recursos naturales de
Michigan. Entonces podría
presentar un organizador avanzado que enseña los árboles de Michigan como un
solo aspecto de la categoría más amplia, "recursos", con otras
lecciones planeadas acerca de los animales, flores silvestres, y minerales de
Michigan. Para dar otro
ejemplo, la afinación del motor de un automóvil se puede colocar en el
contexto de los muchos sistemas de un automóvil – escape, enfriamiento, eléctrico,
etc. Siempre ayudará a un alumno a
organizar sus conocimientos de una manera sistemática y lógica si un
organizador avanzado forma parte de la lección. CUERPO Cuando se
concluye la introducción, un alumno debe estar listo para que presentes el
nuevo material. 1. Describir Si empiezas a
enseñar la división larga simplemente mostrando al alumno cómo se realiza la
operación, no sabrá qué buscar. Tu
presentación no tendrá sentido y se olvidará fácilmente.
Describir es el paso que prepara al alumno para aprender, porque dices lo
que sigue y lo que tiene que buscar. Si estás
planeando enseñar una destreza, primero piensa en los pasos necesarios para
realizar esa destreza. Luego,
describe clara y completamente a tu alumno los pasos que realizarás antes de
operar el primer problema. Por
ejemplo, de mucha ayuda cuando enseño la división larga es una tabla que se
prepara de antemano que incluye los pasos claves del proceso: 1) dividir, 2)
multiplicar, 3) restar, y 4) "bajar".
Describo cada uno de estos pasos y le digo a mi alumno que los busque en
el ejemplo que sigue. Esta
descripción del proceso y el señalamiento de los pasos ayuda a concentrar la
atención de mi alumno en los elementos principales del proceso. También le ayuda a enfocar su atención de tal manera que no
se fije en los detalles secundarios del ejemplo. Se puede
elaborar una serie de pasos para muchas de las cosas complejas que un padre
quiera enseñar, tal como la afinación de un motor de automóvil. 6 cabe en 45
aproximadamente 7 veces Multiplicar 6
x 7 es igual a 42 ® Restar 45
– 42 es igual a 3 Bajar el 6 (Repetir los
cuatro pasos hasta que ya no haya dígitos para bajar.) 2. Demostrar Este paso es
simplemente el hacer lo que se describió en el paso anterior.
Aquí la idea principal es verbalizar las características esenciales que
fueron resaltadas en la fase "Describir" mientras las demuestras. Por ejemplo,
cuando enseño la división larga, hago cada paso del procedimiento lentamente
mientras me refiero a la tabla de cuatro pasos que preparé de antemano, que
contiene las ideas claves para ser recordadas.
Como parte de la demostración, usualmente trato de operar el problema de
una manera bien ordenada en otra hoja de papel para que mi alumno lo pueda
consultar si necesita ayuda. Al
terminar, mis operaciones se verán como el ejemplo anterior. Durante la
fase "Demostrar" es el momento para proporcionar diferentes ejemplos
de la destreza que deseas enseñar. Esta
fase puede ser un buen momento para compartir cualquier consejo que utilizas
para recordar los puntos especialmente difíciles. Un
consejo podría ser: "Para recordar los nombres de los países de Centroamérica,
usa la oración: Glenda Barrios ha saltado nueve culebras pesadas. Guatemala…
Belice… Honduras… El Salvador… Nicaragua… Costa Rica… Panamá, y así
es fácil recordar sus nombres." Asegura que
los pasos que haces en la fase "Demostrar" sean exactamente iguales a
la descripción que diste en la fase "Describir", para evitar más
adelante la confusión y frustración tanto de los padres como del alumno. Finalmente,
recuerda que los apoyos visuales son útiles para alumnos de cualquier edad.
Tu minuciosidad y cuidado al preparar y presentar una lección envía un
mensaje poderoso a tu alumno respecto al valor que asignas a la minuciosidad y
cuidado en tu trabajo y por lo tanto lo que esperas en el suyo. 3. Practicar Una vez que se
haya proporcionado una descripción y demostración detallada, es importante que
le des a tu alumno una oportunidad inmediata para practicar lo que ha aprendido.
Cuando estás planeando una lección, asegura que haya suficiente tiempo
para introducir, describir, demostrar, y practicar la destreza o los conceptos
que están siendo aprendidos. Si se
te acaba el tiempo, la fase de practicar se pospone hasta "mañana".
El efecto de tal demora es que una gran parte del trabajo preliminar
preparado cuidadosamente se olvide fácilmente antes que los alumnos tengan la
oportunidad de practicar la destreza. Así
que mucho del trabajo preliminar tenga que repetirse, y se perderá el tiempo ya
hecho anteriormente. La práctica
que planeas y proporcionas para tu alumno debe ser exactamente igual al objetivo
que declaraste al principio de la lección, la descripción que diste, y la
demostración que has provisto. He
visto a muchos maestros violar este principio sin saberlo, así causando a sus
alumnos mucha frustración. Por
ejemplo, si planeas enseñar la suma de dos números de un solo dígito y tu
demostración se ve así:
2
+3 entonces sería
imprudente depender de una hoja de problemas de práctica que se ven así: 2 + 3 = ? El problema de
no igualar la demostración y la práctica es bien evidente en la lectura.
Muchos maestros primero enseñan a sus alumnos a escribir el alfabeto así:
A B C D E F G. ¿Por qué, entonces, es una sorpresa que los niños tienen
dificultad al leer las palabras como "gato" y "bueno" donde
la a y la g se ven tan diferentes de cómo las aprendieron inicialmente? Debes estar
disponible para tu alumno durante las primeras sesiones de práctica.
Si tú estás para dirigir la práctica, entonces podrás contestar
preguntas, hacer sugerencias, aclarar y afinar el pensar de tu alumno, y
corregir los pequeños errores antes de que se conviertan en hábitos difíciles
de cambiar. Ciertamente la
práctica independiente tiene su lugar - ¡más tarde! Puede ser apropiada al otro día, la siguiente semana, o aun
más tarde. No debe venir hasta que
te sientas seguro de que tu hijo pueda practicar el material independientemente
sin tu apoyo y sin frustrarse o confundirse.
La práctica independiente también es útil para repasar destrezas ya
aprendidas; sin embargo, cuando la materia que se va a aprender es nueva, la práctica
dirigida es mejor. Proporciona la
práctica en muchas dosis pequeñas y variadas.
Un alumno que ha desarrollado un interés, aunque sea poco, en la división
larga ciertamente perderá ese interés si sacas una hoja de 100 problemas de práctica.
Varias sesiones de práctica de 15 a 20 minutos se mostrarán más
eficaces que una dura sesión maratón de dos horas. Planea algunas
sesiones de práctica para el formato de lápiz y hoja, y otras para pizarrón,
si está disponible, o alguna otra aplicación a la mano. Un poco de variedad ayudará mucho a mantener el interés en
un material de aprendizaje. 4.
Retroalimentación Probablemente
todo ser humano tiene la necesidad de saber cómo les va cuando intentan algo
nuevo – una necesidad de retroalimentación.
La retroalimentación es información acerca del desempeño.
Puede ser positiva, negativa, o una combinación de ambas.
Proporcionar la retroalimentación correcta a tu alumno en el momento
indicado toma un papel importante para determinar qué tan bien se aprenderá la
destreza. Usualmente, la
retroalimentación se proporciona durante la fase de práctica de una lección;
así que las fases "Practicar" y "Retroalimentación" se
consideran más bien como complementarias. La
retroalimentación positiva es comunicación verbal o no verbal que señala algo
que el alumno ha hecho bien. Sin
embargo, para ser eficaz la retroalimentación tiene que ser sincera, específica,
y proporcionada al momento ideal. Como
padre que tiene íntimo conocimiento de tu hijo y sus habilidades, tú estás en
la mejor posición para determinar lo que tu hijo recibirá como significativo y
sincero. La
retroalimentación positiva es más eficaz cuando es específica.
En vez de decir a tu alumno simplemente, "Muy bien," hazle
saber lo que estuvo bien. Por ejemplo, en el caso de la división larga, ayuda a
dirigir más el aprendizaje del alumno si digo, "¡Está muy bien cómo
mantienes todos esos dígitos en sus columnas respectivas, David!" o
"Eso fue muy buena idea volver a revisar tu sustracción." Tal retroalimentación positiva fomenta que tu alumno siga
haciendo esas cosas específicas que has señalado como correctas.
La retroalimentación se debe proporcionar en el momento indicado – tan
pronto como veas que tu alumno está asimilando los detalles de lo que has
tratado de presentar. La
retroalimentación negativa es comunicación verbal o no verbal que hacer saber
al alumno lo que ha hecho mal. Durante
la práctica dirigida de la división larga, será muy importante decir,
"No, el número que estás restando va a este lado." Un ejemplo de la retroalimentación correctiva no verbal
puede ser cuando el padre arrebata la mano de su hijo de un ventilador girando
al afinar el tiempo de un carro. (Después
de esto puede seguir un breve sermón sobre ¡la importancia de cuidar todos los
dedos que uno tiene!) Usualmente la
retroalimentación proporcionada durante la práctica dirigida consiste en la
información acerca de lo que el alumno está haciendo bien tanto como mal.
Sobre todo, la retroalimentación positiva y negativa debe ser alentadora
y no crítica o destructiva. CONCLUSIÓN Después que
hayan sucedido la enseñanza y el aprendizaje, quedan dos fases muy valiosas.
Estas dos fases – Resumen y Transferencia – ayudan a asegurar que el
aprendizaje sea recordado y utilizable en el futuro. 1. Resumen Un principio
antiguo que mucha gente aprendió en su primer curso de oratoria va más o menos
así: "Diles lo que piensas presentarles; luego preséntalo; luego diles lo
que les has dicho." El método
que he descrito para planear y presentar una lección se apega a este principio
antiguo. El Resumen es análogo a
"decirles lo que les has dicho." Un resumen
bueno es breve. Debe ser
simplemente una breve repetición de los puntos principales de la lección.
El resumen dice al alumno lo que ha aprendido o lo que ya puede hacer. Continuando
con mi ejemplo de la división larga, un resumen podrá consistir en referirse
otra vez a la tabla que hice con los cuatro pasos.
Diré, "Pues, David, parece que hemos terminado de aprender este
tipo de división larga. Recuerda,
todo lo que tienes que hacer es pensar en estos cuatro pasos – dividir,
multiplicar, restar, y bajar. ¡Ahora
debes poder hacer cualquier problema de división larga como las que hemos
hecho!" Querrás
volver a referirte a tu organizador avanzado para ayudar a tu alumno a recordar
lo que se ha logrado y cómo encaja en el plan para la siguiente semana, unidad,
lección, etc. 2.
Transferencia La
transferencia ocurre cuando usamos algo que hemos aprendido antes, en una
situación nueva o diferente. Al
fin de cualquier lección estructurada que enseñas, lo más divertido y
gratificante que puedes hacer es pensar en cosas a las que se puede aplicar el
conocimiento recién adquirido – formas en que se aplica a otras situaciones.
Usualmente trato de tener algunas ideas ya pensadas para la
transferencia; esto ayuda a organizar la lección si pienso en cómo el material
se puede aplicar en maneras útiles aun antes de empezar a enseñarlo.
Sin embargo, también es gratificante trabajar junto con tu alumno al
platicar de algunas maneras creativas en que el nuevo conocimiento se puede
utilizar. Sé específico y trata
de pensar en tantas maneras como sea posible para aplicar el nuevo aprendizaje.
Esto ayudará a habilitar a tu alumno en muchas situaciones diversas y
también a facilitar que recuerde la información. Usualmente es
fácil pensar en ejemplos de transferencia.
Si el tema que estudiamos fue la afinación de nuestro viejo Chevrolet,
le podría señalar que afinar cualquier automóvil de General Motors (o aun de
otras marcas) sería muy similar. Lo
importante al aprender cómo afinar un motor automotriz era captar el proceso.
Al tener éxito aprendiendo el proceso, mi hijo será capaz de aplicarlo
en diferentes situaciones si ayudo a señalarlas. Estoy seguro
que recordamos cuando estábamos sentados en la clase de álgebra o cálculo
preguntándonos, "¿Por qué tengo que aprender esto?
¡Nunca voy a usar nada de esto!"
La división larga es un buen ejemplo de lo mismo; a menudo no es obvio
para el de nueve o diez años de edad cómo va a ser útil la división larga.
Para poder mostrarle a mi alumno cómo se puede transferir el
aprendizaje, frecuentemente regreso a mi detalle para llamar la atención.
Si recuerdas, había un problema muy práctico para resolver: ¿Cuántos
latas de aluminio necesito recoger para comprar ese juguete que quiero?
Ahora que hemos dominado la división larga, podemos resolver este
problema y muchos otros semejantes que son prácticos.
Planeo algunos ejemplos adicionales que contengan situaciones en las que
se puede utilizar la división larga y que sean de interés para mi hijo. Cuando tú y
tu alumno lleguen al punto de la lección en que pueden platicar de las maneras
de utilizar la nueva información, es tiempo para abandonar algo de la
estructura y explorar las posibilidades que a veces no tienen fin. Pero tú como padre tienes que estar preparado.
Asegúrate de pensar bien de antemano cómo se puede aplicar el nuevo
conocimiento o destreza. Si no puedes descubrir ninguna área de transferencia, ¡quizás
debes considerar no enseñar un trocito de material tan inútil! Planear y
presentar una lección de esta manera puede asegurar que tu hijo aprenda,
retenga, y aplique la información y las destrezas que le serán útiles en el
futuro. Copyright October/November 1989 by The Teaching Home, Box 20219, Portland, OR 97294 www.TeachingHome.com Reprinted by
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