Planear y Presentar una Lección
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Planear y Presentar una Lección
por Gregory Cizek

INTRODUCCIÓN

1. Captar la Atención

Consigue la atención del alumno, motivándolo a aprender algo que parezca importante.

2. Revisar los Prerrequisitos

Establece lo que el alumno necesita saber para aprender la lección de hoy.

3. Objetivo

Informar al alumno lo que va a saber o poder hacer al terminar la lección.

4. Organizador Avanzado

Presentar el tema general, el concepto global de la lección; proporcionar "la idea grande."

CUERPO

1. Describir

Explica las destrezas, los conceptos o los principios de la lección.

2. Demostrar

Ilustra las destrezas, los conceptos o los principios de la lección mediante ejemplos, diagramas, tablas, etc.; Enseña al alumno cómo recordar el material presentado.

3. Practicar

Permite que el alumno ponga a prueba su entendimiento en una situación dirigida.

4. Retroalimentar

Proporciona al alumno información correctiva y alentadora acerca de su desempeño en la práctica.

CONCLUSIÓN

1. Resumen

Proporciona un repaso de las ideas claves en la lección; informa al alumno lo que ahora puede hacer.

2. Transferencia

Relaciona lo aprendido con nuevas situaciones; enseña cómo el material es útil y se puede aplicar.

Si estás presentando un tema nuevo o complejo, la instrucción directa preparada de una manera sistemática y determinada puede ser el mejor método.  El método de organización presentado aquí puede ser un factor decisivo para ayudar a tu hijo a aprender, recordar, y aplicar los nuevos conocimientos o destrezas.  No funcionará para toda lección, y no es una fórmula para el éxito.  Sin embargo, es una buena manera de organizar las lecciones que requieren este método.

A la izquierda se presenta un bosquejo que incluye los pasos para planear tal lección.

INTRODUCCIÓN

Una introducción a una lección sirve para crear mentalmente el marco para el aprendizaje que seguirá.  Ayuda a motivar al alumno y "engancharlo" a la tarea presente.

1. Cautivar la Atención

Usualmente los alumnos tienen mucha curiosidad natural, y a veces el simple hecho de repartir objetos llamativos en una mesa despierta su interés.  En otras ocasiones, una pregunta como, "¿Alguna vez te has preguntado cómo puede volar el abejorro, con su cuerpo tan gordo y pesado?" sirve muy bien para conseguir su atención.  La meta del primer paso de la planeación de una lección, captar la atención, es agregar motivación al gusto normal por el aprendizaje que todo alumno posee, o crear la motivación donde hay poca o nada para empezar.

Compartir con tu alumno un problema interesante de la vida real aumentará la motivación para aprender un proceso como la división larga.

Procura hacer pertinente el tema en cuanto a las necesidades y los intereses de tu hijo.  El asunto de calcular los pagos del capital y el interés para nuestro crédito hipotecario sería un desperdicio en cuanto a mi hijo David; calcular cuántos reembolsos de latas de soda a cinco centavos se necesitan para comprar un juguete deseado tiene más probabilidad de "engancharlo" en la división larga y mostrarle cómo puede ser aplicable y útil en su vida.

2. Revisar los Prerrequisitos

Para casi todo lo que va a aprender un alumno, hay cosas que ya debe saber – conocimientos o destrezas que son prerrequisitos.  Sin estos, aprender un material nuevo va a ser difícil y desalentador para el alumno, y tratar de enseñarlo va a ser frustrante para ti, el maestro.

Aprender cómo enhebrar una aguja usualmente viene antes de aprender cómo hacer el dobladillo.  Probablemente un alumno tendría que saber cómo hacer una afinación automotriz antes de estar listo para aprender a reconstruir una máquina diesel.  En nuestro ejemplo de división larga, el alumno tiene que saber cómo sumar y restar y recordar los hechos básicos de multiplicación y división.  El conocimiento del valor también es esencial.  Siempre es una buena idea verificar que tu alumno domine y recuerde los conocimientos o destrezas que son prerrequisitos.

3. Objetivo

Un objetivo es simplemente una declaración acerca de lo que el alumno sabrá o podrá hacer al terminar la lección.  Un objetivo puede contener dos partes.  Primero, incluye una declaración de lo que se espera que el alumno sepa o haga. Segundo, expresa bajo qué circunstancias se espera que el alumno se desempeñe.  Un ejemplo de un objetivo para la enseñanza de la división larga será: "Al terminar la semana, David, debes poder resolver problemas de división larga como éstos sin usar tus apuntes o calculadora."

A menudo, los objetivos se pueden declarar de una manera mucho menos formal.  Por ejemplo, una madre que está planeando una clase de economía doméstica podrá empezar la lección diciendo: "Bueno, hoy quiero que aprendas a hornear un pastel casero para la cena familiar."  No importa cuál sea el contenido de la lección, los alumnos tendrán mayores probabilidades de aprender lo que se espera si saben lo que se espera.

4. Organizador Avanzado

Un organizador avanzado es cualquier cosa que provee al alumno con el tema general, la idea principal, o el concepto global de una lección antes que se presente la lección.  Me gusta considerar un organizador avanzado como darle al alumno "la idea general" de una lección antes de empezarla.  Trato de ayudar a mi alumno a captar una idea de cómo la nueva información o las destrezas encajan en el cuadro más amplio de lo que estamos estudiando.  Por ejemplo, la división larga se puede considerar como una sola parte de un largo "sendero" matemático que estamos siguiendo, empezando por aprender a contar y terminando más allá del álgebra o el cálculo.  Subrayo que hay muchas otras cosas que vamos a estudiar relacionadas a la división larga, como las proporciones, fracciones, y decimales.

Los organizadores avanzados son más eficaces cuando se presentan visualmente y se hace referencia a ellos con frecuencia durante una lección.  Por ejemplo, cuando enseño una lección sobre los árboles de mi estado, utilizo una tabla como mi organizador avanzado (véase la tabla siguiente) para ayudar a mostrar dónde hemos estado, dónde estamos hoy, y a dónde vamos.

Si actualmente estamos empezando una lección sobre la identificación de los árboles de hoja ancha con hojas sencillas, puedo usar la tabla para ayudar a aclarar que los arces son solamente una parte de un sistema organizado total.  De hecho, el estudio de los árboles de Michigan puede ser parte de un cuadro mayor si mi meta para el año es estudiar los recursos naturales de Michigan.  Entonces podría presentar un organizador avanzado que enseña los árboles de Michigan como un solo aspecto de la categoría más amplia, "recursos", con otras lecciones planeadas acerca de los animales, flores silvestres, y minerales de Michigan.

Para dar otro ejemplo, la afinación del motor de un automóvil se puede colocar en el contexto de los muchos sistemas de un automóvil – escape, enfriamiento, eléctrico, etc.  Siempre ayudará a un alumno a organizar sus conocimientos de una manera sistemática y lógica si un organizador avanzado forma parte de la lección.

CUERPO

Cuando se concluye la introducción, un alumno debe estar listo para que presentes el nuevo material.

1. Describir

Si empiezas a enseñar la división larga simplemente mostrando al alumno cómo se realiza la operación, no sabrá qué buscar.  Tu presentación no tendrá sentido y se olvidará fácilmente.  Describir es el paso que prepara al alumno para aprender, porque dices lo que sigue y lo que tiene que buscar.

Si estás planeando enseñar una destreza, primero piensa en los pasos necesarios para realizar esa destreza.  Luego, describe clara y completamente a tu alumno los pasos que realizarás antes de operar el primer problema.  Por ejemplo, de mucha ayuda cuando enseño la división larga es una tabla que se prepara de antemano que incluye los pasos claves del proceso: 1) dividir, 2) multiplicar, 3) restar, y 4) "bajar".  Describo cada uno de estos pasos y le digo a mi alumno que los busque en el ejemplo que sigue.  Esta descripción del proceso y el señalamiento de los pasos ayuda a concentrar la atención de mi alumno en los elementos principales del proceso.  También le ayuda a enfocar su atención de tal manera que no se fije en los detalles secundarios del ejemplo.

Se puede elaborar una serie de pasos para muchas de las cosas complejas que un padre quiera enseñar, tal como la afinación de un motor de automóvil.

6 cabe en 45 aproximadamente 7 veces

Multiplicar 6 x 7 es igual a 42

® Restar 45 – 42 es igual a 3

Bajar el 6

(Repetir los cuatro pasos hasta que ya no haya dígitos para bajar.)

2. Demostrar

Este paso es simplemente el hacer lo que se describió en el paso anterior.  Aquí la idea principal es verbalizar las características esenciales que fueron resaltadas en la fase "Describir" mientras las demuestras.

Por ejemplo, cuando enseño la división larga, hago cada paso del procedimiento lentamente mientras me refiero a la tabla de cuatro pasos que preparé de antemano, que contiene las ideas claves para ser recordadas.  Como parte de la demostración, usualmente trato de operar el problema de una manera bien ordenada en otra hoja de papel para que mi alumno lo pueda consultar si necesita ayuda.  Al terminar, mis operaciones se verán como el ejemplo anterior.

Durante la fase "Demostrar" es el momento para proporcionar diferentes ejemplos de la destreza que deseas enseñar.  Esta fase puede ser un buen momento para compartir cualquier consejo que utilizas para recordar los puntos especialmente difíciles.  Un consejo podría ser: "Para recordar los nombres de los países de Centroamérica, usa la oración: Glenda Barrios ha saltado nueve culebras pesadas. Guatemala… Belice… Honduras… El Salvador… Nicaragua… Costa Rica… Panamá, y así es fácil recordar sus nombres."

Asegura que los pasos que haces en la fase "Demostrar" sean exactamente iguales a la descripción que diste en la fase "Describir", para evitar más adelante la confusión y frustración tanto de los padres como del alumno.

Finalmente, recuerda que los apoyos visuales son útiles para alumnos de cualquier edad.  Tu minuciosidad y cuidado al preparar y presentar una lección envía un mensaje poderoso a tu alumno respecto al valor que asignas a la minuciosidad y cuidado en tu trabajo y por lo tanto lo que esperas en el suyo.

3. Practicar

Una vez que se haya proporcionado una descripción y demostración detallada, es importante que le des a tu alumno una oportunidad inmediata para practicar lo que ha aprendido.  Cuando estás planeando una lección, asegura que haya suficiente tiempo para introducir, describir, demostrar, y practicar la destreza o los conceptos que están siendo aprendidos.  Si se te acaba el tiempo, la fase de practicar se pospone hasta "mañana".  El efecto de tal demora es que una gran parte del trabajo preliminar preparado cuidadosamente se olvide fácilmente antes que los alumnos tengan la oportunidad de practicar la destreza.  Así que mucho del trabajo preliminar tenga que repetirse, y se perderá el tiempo ya hecho anteriormente.

La práctica que planeas y proporcionas para tu alumno debe ser exactamente igual al objetivo que declaraste al principio de la lección, la descripción que diste, y la demostración que has provisto.  He visto a muchos maestros violar este principio sin saberlo, así causando a sus alumnos mucha frustración.  Por ejemplo, si planeas enseñar la suma de dos números de un solo dígito y tu demostración se ve así:

                          2

                        +3

entonces sería imprudente depender de una hoja de problemas de práctica que se ven así:

2 + 3 = ?

El problema de no igualar la demostración y la práctica es bien evidente en la lectura.  Muchos maestros primero enseñan a sus alumnos a escribir el alfabeto así: A B C D E F G.  ¿Por qué, entonces, es una sorpresa que los niños tienen dificultad al leer las palabras como "gato" y "bueno" donde la a y la g se ven tan diferentes de cómo las aprendieron inicialmente?

Debes estar disponible para tu alumno durante las primeras sesiones de práctica.  Si tú estás para dirigir la práctica, entonces podrás contestar preguntas, hacer sugerencias, aclarar y afinar el pensar de tu alumno, y corregir los pequeños errores antes de que se conviertan en hábitos difíciles de cambiar.

Ciertamente la práctica independiente tiene su lugar - ¡más tarde!  Puede ser apropiada al otro día, la siguiente semana, o aun más tarde.  No debe venir hasta que te sientas seguro de que tu hijo pueda practicar el material independientemente sin tu apoyo y sin frustrarse o confundirse.  La práctica independiente también es útil para repasar destrezas ya aprendidas; sin embargo, cuando la materia que se va a aprender es nueva, la práctica dirigida es mejor.

Proporciona la práctica en muchas dosis pequeñas y variadas.  Un alumno que ha desarrollado un interés, aunque sea poco, en la división larga ciertamente perderá ese interés si sacas una hoja de 100 problemas de práctica.  Varias sesiones de práctica de 15 a 20 minutos se mostrarán más eficaces que una dura sesión maratón de dos horas.

Planea algunas sesiones de práctica para el formato de lápiz y hoja, y otras para pizarrón, si está disponible, o alguna otra aplicación a la mano.  Un poco de variedad ayudará mucho a mantener el interés en un material de aprendizaje.

4. Retroalimentación

Probablemente todo ser humano tiene la necesidad de saber cómo les va cuando intentan algo nuevo – una necesidad de retroalimentación.  La retroalimentación es información acerca del desempeño.  Puede ser positiva, negativa, o una combinación de ambas.  Proporcionar la retroalimentación correcta a tu alumno en el momento indicado toma un papel importante para determinar qué tan bien se aprenderá la destreza.  Usualmente, la retroalimentación se proporciona durante la fase de práctica de una lección; así que las fases "Practicar" y "Retroalimentación" se consideran más bien como complementarias.

La retroalimentación positiva es comunicación verbal o no verbal que señala algo que el alumno ha hecho bien.  Sin embargo, para ser eficaz la retroalimentación tiene que ser sincera, específica, y proporcionada al momento ideal.  Como padre que tiene íntimo conocimiento de tu hijo y sus habilidades, tú estás en la mejor posición para determinar lo que tu hijo recibirá como significativo y sincero.

La retroalimentación positiva es más eficaz cuando es específica.  En vez de decir a tu alumno simplemente, "Muy bien," hazle saber lo que estuvo bien.  Por ejemplo, en el caso de la división larga, ayuda a dirigir más el aprendizaje del alumno si digo, "¡Está muy bien cómo mantienes todos esos dígitos en sus columnas respectivas, David!" o "Eso fue muy buena idea volver a revisar tu sustracción."  Tal retroalimentación positiva fomenta que tu alumno siga haciendo esas cosas específicas que has señalado como correctas.  La retroalimentación se debe proporcionar en el momento indicado – tan pronto como veas que tu alumno está asimilando los detalles de lo que has tratado de presentar.

La retroalimentación negativa es comunicación verbal o no verbal que hacer saber al alumno lo que ha hecho mal.  Durante la práctica dirigida de la división larga, será muy importante decir, "No, el número que estás restando va a este lado."  Un ejemplo de la retroalimentación correctiva no verbal puede ser cuando el padre arrebata la mano de su hijo de un ventilador girando al afinar el tiempo de un carro.  (Después de esto puede seguir un breve sermón sobre ¡la importancia de cuidar todos los dedos que uno tiene!)

Usualmente la retroalimentación proporcionada durante la práctica dirigida consiste en la información acerca de lo que el alumno está haciendo bien tanto como mal.  Sobre todo, la retroalimentación positiva y negativa debe ser alentadora y no crítica o destructiva.

CONCLUSIÓN

Después que hayan sucedido la enseñanza y el aprendizaje, quedan dos fases muy valiosas.  Estas dos fases – Resumen y Transferencia – ayudan a asegurar que el aprendizaje sea recordado y utilizable en el futuro.

1. Resumen

Un principio antiguo que mucha gente aprendió en su primer curso de oratoria va más o menos así: "Diles lo que piensas presentarles; luego preséntalo; luego diles lo que les has dicho."  El método que he descrito para planear y presentar una lección se apega a este principio antiguo.  El Resumen es análogo a "decirles lo que les has dicho."

Un resumen bueno es breve.  Debe ser simplemente una breve repetición de los puntos principales de la lección.  El resumen dice al alumno lo que ha aprendido o lo que ya puede hacer.

Continuando con mi ejemplo de la división larga, un resumen podrá consistir en referirse otra vez a la tabla que hice con los cuatro pasos.  Diré, "Pues, David, parece que hemos terminado de aprender este tipo de división larga.  Recuerda, todo lo que tienes que hacer es pensar en estos cuatro pasos – dividir, multiplicar, restar, y bajar.  ¡Ahora debes poder hacer cualquier problema de división larga como las que hemos hecho!"

Querrás volver a referirte a tu organizador avanzado para ayudar a tu alumno a recordar lo que se ha logrado y cómo encaja en el plan para la siguiente semana, unidad, lección, etc.

2. Transferencia

La transferencia ocurre cuando usamos algo que hemos aprendido antes, en una situación nueva o diferente.  Al fin de cualquier lección estructurada que enseñas, lo más divertido y gratificante que puedes hacer es pensar en cosas a las que se puede aplicar el conocimiento recién adquirido – formas en que se aplica a otras situaciones.  Usualmente trato de tener algunas ideas ya pensadas para la transferencia; esto ayuda a organizar la lección si pienso en cómo el material se puede aplicar en maneras útiles aun antes de empezar a enseñarlo.  Sin embargo, también es gratificante trabajar junto con tu alumno al platicar de algunas maneras creativas en que el nuevo conocimiento se puede utilizar.  Sé específico y trata de pensar en tantas maneras como sea posible para aplicar el nuevo aprendizaje.  Esto ayudará a habilitar a tu alumno en muchas situaciones diversas y también a facilitar que recuerde la información.

Usualmente es fácil pensar en ejemplos de transferencia.  Si el tema que estudiamos fue la afinación de nuestro viejo Chevrolet, le podría señalar que afinar cualquier automóvil de General Motors (o aun de otras marcas) sería muy similar.  Lo importante al aprender cómo afinar un motor automotriz era captar el proceso.  Al tener éxito aprendiendo el proceso, mi hijo será capaz de aplicarlo en diferentes situaciones si ayudo a señalarlas.

Estoy seguro que recordamos cuando estábamos sentados en la clase de álgebra o cálculo preguntándonos, "¿Por qué tengo que aprender esto?  ¡Nunca voy a usar nada de esto!"  La división larga es un buen ejemplo de lo mismo; a menudo no es obvio para el de nueve o diez años de edad cómo va a ser útil la división larga.  Para poder mostrarle a mi alumno cómo se puede transferir el aprendizaje, frecuentemente regreso a mi detalle para llamar la atención.  Si recuerdas, había un problema muy práctico para resolver: ¿Cuántos latas de aluminio necesito recoger para comprar ese juguete que quiero?  Ahora que hemos dominado la división larga, podemos resolver este problema y muchos otros semejantes que son prácticos.  Planeo algunos ejemplos adicionales que contengan situaciones en las que se puede utilizar la división larga y que sean de interés para mi hijo.

Cuando tú y tu alumno lleguen al punto de la lección en que pueden platicar de las maneras de utilizar la nueva información, es tiempo para abandonar algo de la estructura y explorar las posibilidades que a veces no tienen fin.  Pero tú como padre tienes que estar preparado.  Asegúrate de pensar bien de antemano cómo se puede aplicar el nuevo conocimiento o destreza.  Si no puedes descubrir ninguna área de transferencia, ¡quizás debes considerar no enseñar un trocito de material tan inútil!

Planear y presentar una lección de esta manera puede asegurar que tu hijo aprenda, retenga, y aplique la información y las destrezas que le serán útiles en el futuro.

Copyright October/November 1989

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