Usos para los Métodos Prácticos
|
Usos
para los Métodos Prácticos 1.
Conceptos que los niños pueden observar o “descubrir” por su propia cuenta
incluyen tales cosas como: cálculos de matemáticas (3 + 4 = 7; 5 x 6 = 30),
mediciones (2 tazas = 1 pinta = 1/2 cuarto), y conducta animal (las ranas
saltan, comen moscas, e inflan sus gargantas para croar).
La exposición directa a estas realidades físicas requiere solamente el
tiempo para experimentación y cualesquier herramientas que sean necesarias para
la observación precisa (v.g., cubitos de Base Diez, monedas, tazas de medir,
binoculares). 2.
Conceptos que los niños pueden observar pero que necesitan explicación
adicional incluyen cosas como: fenómenos naturales (arco iris, magnetismo, la
aurora boreal), reacciones químicas (bicarbonato + vinagre = “burbujas”), y
actividad eléctrica (circuitos de linterna).
En algún momento hay que presentar a los niños las realidades
invisibles que están detrás de lo que pueden observar. 3.
Conceptos que se pueden ilustrar con modelos incluyen cosas: muy pequeñas (células,
microbios, moléculas), ocultas de la vista (órganos vitales, estructuras geológicas
subterráneas), muy grandes (sierras, sistema solar), o muy lejanas (topografía
de Europa). Los modelos se pueden
fabricar por, con, o para los niños y pueden ser estacionarios o “que
funcionan.” 4.
Conceptos que se pueden recrear o dramatizar incluyen tales cosas como eventos
históricos (Daniel y los Leones), habilidades cotidianas (comprar mandado), o
conducta animal (ranas saltan, la trompa del elefante). El
realismo puede variar desde “jugar a la tiendita” o canciones con acciones
de animal hasta un drama con vestuario de época y attrezzo o un video
profesionalmente hecho que hace que los niños sientan que están “ahí.” 5.
Conceptos abstractos que se pueden expresar, ilustrar, o simbolizar incluyen
emociones (amor, amabilidad, enojo) y verdades espirituales (bien y mal,
arrepentimiento, perdón). Nuestros
hijos son más que sólo cuerpos y mentes; también poseen almas y espíritus
que pueden responder a estas realidades desde una edad muy tierna.
Una sonrisa, un rechazo, una disculpa humilde se pueden entender mediante
el tono de voz y el “lenguaje corporal” aun antes de que las palabras mismas
tengan significado para nuestros hijos. The Teaching Home |