Entre Mamás - Junio 2003
por Pamela Richardson
¿Cuentas con un horario? ¿Tienes, aunque sea, una rutina vaga? Es necesario
que contemos con un plan para que podamos medir nuestro avance. Si hemos de
avanzar paso a paso, será necesario que perseveremos en la tarea.
Debemos invertir tiempo con el marido para planear nuestras prioridades. Dios
y su Palabra deben ocupar el primer lugar. Luego nuestra relación con el marido
y después nuestros hijos. Necesitamos apartar tiempo cada día para inculcar la
Palabra de Dios en la vida de nuestros hijos. Necesitamos tiempo cada día para
los alimentos, limpieza y la escuela.
En nuestro hogar desayunamos, limpiamos la mesa y comenzamos nuestro trabajo
académico. Actualmente tengo hijos en primero, segundo y tercer grado. Eso
significa que hacemos mucha lectura en voz alta, practicamos las tablas de
matemáticas, reglas de fonética, letras. . .
A veces yo hago el papel de "lapiz" para un alumno diligente y
anoto su respuesta en su hoja por él. Por supuesto, él tiene que decirme qué
es lo que voy a anotar.
Mi deseo es terminar con las tareas académicas antes de la hora de comer. No
siempre sucede así. No todo está bajo mi control. Es mejor no tener metas que
no puedas alcanzar. Yo hago lo que me corresponde, y animo a mis hijos a hacer
lo que les toca a ellos. No siempre lo hacen. Eso pudiera significar que
todavía están haciendo escuela en la tarde--cuando yo preferiría que
estuvieran haciendo otras cosas. Ellos son los que, con su falta de diligencia,
deciden seguir con la escuela.
Hacemos lectura de la Biblia en la mesa después del desayuno y trabajamos
sobre la memorización de un pasaje de la Escritura. A la hora de ir a la cama
leemos un capítulo de algún libro--biografías, obras clásicas y en ocasiones
cuentos cortos.
Cantamos himnos, cantos infantiles y coros. Cada persona escoge un canto
favorito. Luego cada uno ora individualmente y es tiempo de apagar la luz. Todo
esto lleva bastante tiempo. Hemos llegado a la conclusión de que, aun cuando
tengamos visitas o nos desvelemos, es mejor acostarnos un poco más tarde, que
omitir este importante tiempo juntos.
Es tan emocionante escuchar sus oraciones. Hasta Timoteo (2 años) ha
empezado a orar de todo corazón por sus padres, sus hermanos y hermanas. Este
es un tiempo favoritos de todos.
Que Dios les guíe a ustedes y a sus maridos en la planeación de su día de
modo que alcancen sus metas. Proverbios 16:9: "El corazón del hombre
piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos."
Avena Cremosa
5 tazas de agua 2 ¼ tazas de avena
2 palos de canela 1 ¾ tazas de leche en polvo
2 cucharadas de vainilla ½ tazas de azúcar moscabada
1 pizca de sal
Pon a hervir el agua, la sal y los palos de canela. Agrega la avena y la
leche en polvo, meneando constantemente durante unos 3 minutos. Agrega el
azúcar moscabada y la vainilla. Mezcla bien y tapa la olla, apaga el fuego.
Deja que repose 5 minutos.
Menea y sirve.
Este es un platillo favorito de los niños en nuestra casa. |