Escribiendo para Influenciar a Otros
por Judy S.
Nuestro Ejemplo
Dios es nuestro principal ejemplo de comunicación mediante la escritura. Él
se ha comunicado con nosotros mediante líderes, reyes, profetas y apóstoles
que registraron sus palabras junto con la historia, su ley, cantos e himnos,
advertencias, cartas, eventos y visiones del futuro.
Dios nos dio su Palabra para mostrarnos el camino hacia Él, para alentarnos
en nuestro andar con Él y para instruirnos en lo que es su voluntad. Él desea
enseñarnos quién es Él, cuán grande es su amor, cómo tener comunicación
con Él y cómo alabarle.
La Palabra de Dios también nos reprende en nuestro pecado, nos advierte
acerca de peligros y trampas espirituales y nos muestra lo que va a suceder en
el futuro. Los escritos de Él están diseñados para influenciar a toda persona
en cada generación.
Nuestra Misión
Mensajes de la vida. Nuestros propósitos al escribir deben reflejar en
alguna pequeña medida los propósitos de nuestro Creador.
Dios tiene su mano sobre cada área de la vida de cada uno de sus hijos. Cada
uno de nosotros, jóvenes y viejos, tenemos un mensaje para compartir con
alguien. Podemos transmitir alguna información, compartir recuerdos respecto a
algún evento, describir una lección que hemos aprendido, explicar alguna
convicción o simplemente alentar a otros con todo el corazón.
Estos comunicados pudieran asumir la forma de cartas a familiares o amigos,
un diario familiar o personal o memorias de la vida.
Si pensamos que lo que sucede en nuestra vida es demasiado insignificante
para beneficiar a alguien más, entonces pudiéramos perdernos muchas
oportunidades de ser usados por Dios para traer gloria a Él.
Historias sobre nuestra herencia. Yo quiero recordar victorias, luchas,
eventos y respuestas a oraciones que experimento, para que pueda transmitirlos a
nuestros hijos y nietos. He anotado muchos de ellos por si acaso mi memoria me
llega a fallar.
Mi tía abuela escribió una biografía de su padre, y a mí me bendice
continuamente saber de el legado piadoso que he heredado. Yo quiero animar a
nuestros hijos a escribir partes de la historia de sus propias vidas conforme
las vayan viviendo.
Aliento. La Escritura nos ordena que nos alentemos unos a otros. Conozco
personas que conservan cada carta, tarjeta y nota de agradecimiento o aprecio
que jamás hayan recibido para volverlos a leer cuando la vida parece triste o
cuando están pasando por tiempos difíciles.
Escribir esos recados requiere de tan poco esfuerzo, y sin embargo, entre
más les hagamos saber a las personas lo que los amamos y los apreciamos, más
bendecidos seremos. Yo quiero que mi familia desarrolle la costumbre de escribir
notitas alentadoras a las personas que forman parte de su vida.
Representando a Dios. El hecho de ser hijos de Dios nos hace representantes
de Él. Nuestras palabras deben presentar a Dios como Dios de orden, digno de
respeto y alabanza. Esto nos proporciona una razón más noble para aprender
gramática correcta y el uso adecuado de las palabras.
Ser representantes de Dios también significa ser voceros de Él. Esta verdad
implica que los escritos dirigidos a los representantes de gobierno o a la
prensa nos permiten actuar como voceros de Dios. Nosotros incluimos
oportunidades para que nuestros hijos practiquen la redacción de este tipo de
cartas de una manera concisa, concreta y amable.
Nuestro Beneficio Personal
Pensar. Cuando nos vemos en la necesidad de tomar una decisión importante,
es útil anotar los pros y los contras de las diversas alternativas para
ayudarnos a aclarar nuestro pensamiento y analizar la decisión objetivamente.
Posteriormente podremos recordar o explicar nuestra decisión de manera
organizada y lógica, porque conservamos un registro de la manera en que
llegamos a esa conclusión.
Anotar nuestras reflexiones privadas, luchas, oraciones y emociones, junto
con los versículos bíblicos aplicables, constituye una herramienta valiosa
para ayudarnos a entender quiénes somos, dónde se encuentra Dios en nuestra
vida, cuál es la voluntad de Dios para nosotros, y cómo tratar con otros.
Estas crónicas agregarán una dimensión maravillosa al proceso de maduración
de cualquier persona.
Aprender. Queremos que nuestros hijos vean la vida como un proceso continuo
de aprendizaje. Es necesario que nuestros hijos practiquen el arte de resumir,
parafrasear, y criticar lo que oyen y leen. Esto incluye el estudio y comentario
de pasajes bíblicos, obras de ficción y no-ficción, artículos de revistas y
videos.
Nuestros hijos practican la habilidad de tomar apuntes cuando escuchan a
conferencistas, habilidades de investigación cuando necesitan información
sobre determinado tema, y redacción de ensayos cuando quieren exponer sus
conocimientos.
Trabajar. Los patrones buscan personas que sepan comunicarse con claridad y
concisión, amabilidad y respeto. Queremos que nuestros hijos estén preparados
para cualquier tarea que les asignen en cualquier lugar de empleo o en el
trabajo voluntario.
Si tenemos presentes estos propósitos y usos de la escritura y de la
gramática, podemos adaptar la enseñanza de escritura, gramática y vocabulario
de nuestros hijos para cumplir con estas metas más amplias y elevadas para la
redacción transformadora.
Copyright November / December 1998
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