Simplificación del Plan Diario de Clases
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Simplificación
del Plan Diario de Clases El
año pasado fue el primer año para mí de educar en el hogar a mis dos hijos
menores, de 8 y 12 años de edad. Equipada, como suponía que lo debería estar
toda buena educadora en el hogar, con mis libros de texto, lápices, pizarrón,
escritorios, montones de papel, y mi Manual de Planes Diarios, inicié el año.
Mi mayor problema fue con este último elemento, el Manual de Planes Diarios. Para fines de año ¡yo estaba exhausta de tanto luchar con
él! Asistí
entonces a un Seminario de Educación en el Hogar. Uno de los talleres que se
ofrecieron fue el de “Planificación Diaria con el Sistema de Tarjetero” por
Ann Morris. Este taller cambió
toda mi perspectiva sobre la educación en el hogar.
Estoy tan agradecida de que Ann haya compartido su idea ingeniosa con
todos nosotros. Ella
nos enseñó a anotar en una tarjeta de fichero distinta el material a
estudiarse cada día para cada materia, poniendo en la parte superior de la
tarjeta el nombre del niño y de la materia. En los renglones de la tarjeta se
anotan las instrucciones y el material a estudiar para esa lección.
Si la lección de ese día requiere que la maestra dé explicación
previa, esto se anota antes de las instrucciones de trabajo. Ann nos enseñó también a usar una clave ingeniosa que se
usa en cada tarjeta para indicar el libro de texto que se usó, la materia, y el
número de la lección. Después
de preparar suficientes tarjetas, digamos para dos semanas, se colocan en una
caja (como la de un recetario) que se ha dividido por materias con pestañas.
Debe haber al final de la caja una pestaña para la sección de “Trabajo
Terminado.” Ahora
se pone a disposición del niño esta cajita tan valiosa. Cada día mis hijos
sacan una tarjeta de cada materia, las revisan para determinar dónde les gustaría
empezar ese día, y empiezan a trabajar por sí solos si la tarjeta no indica
que hay instrucciones de la maestra. Anotan el número de la lección que
aparece al frente de la tarjeta y la fecha del día en cualquier trabajo escrito
o páginas de cuaderno de trabajo que ellos terminan en relación con ese
trabajo asignado. Luego ponen al
reverso de la tarjeta sus iniciales y la fecha.
Así, la tarjeta de trabajo asignado y el trabajo terminado llevan la
misma fecha y el mismo número de lección. Después de haber hecho todo lo
anterior, archivan la tarjeta en la sección de “Trabajo Terminado.”
Allí encuentro la tarjeta cuando voy a revisar su trabajo. La
maestra puede entonces transferir las horas de clase a un registro diario o
consecutivo (N. del E.: En algunos lugares esto es requisito del estado). La
tarjeta ya terminada se archiva permanentemente en una caja adecuada–una caja
de zapatos funciona muy bien. Si
hay niños más pequeños, a su tiempo se podrá volver a usar esa tarjeta. Como
dice Ann, “Al finalizar el mes, cualquiera que tenga interés en conocerlo
podrá verificar el número de lecciones en cada materia que un alumno ha tenido
en ese mes.” Este
sistema ha eliminado muchísimo estrés de mi trabajo educativo. Si la Tía
Betsy llega inesperadamente de visita, o se enferma el perro y necesita ir con
el veterinario, o tenemos que ir con el dentista, ¡mis planes de clases se
esperan! Este
año estoy usando libros de texto y guías para el maestro de A Beka, y aunque
me siento segura al usar el bosquejo estructurado de cada texto, tengo la
libertad de hacer digresiones interesantes uno o dos días cuando los muchachos
muestran un interés especial en algún tema que encontramos en nuestros
estudios. En ese caso puedo hacer unas tarjetas de lecciones nuevas e
insertarlas adelante de las tarjetas existentes. O cuando vi que uno de mis hijos necesitaba más repaso en la
“simple” división larga, programé un par de lecciones complementarias y
las inserté antes de sus otros trabajos. Ann
tiene un librito que ella preparó, intitulado “Planificación de Lecciones
con el Sistema de Fichero,” que explica paso por paso y en detalle cómo
aplicar este método a tu situación educativa.
También se incluyen ejemplos completos de las hojas de registro
mencionadas en el librito. Ella
también tiene otras sugerencias excelentes en este libro en cuanto a cómo
llevar registros. La persona interesada puede pedir el libro enviando U.S. $3.00
(que incluye porte) a: Light of Faith Christian Academy, c/o Jim and Ann Morris,
716 Central, Joplin, MO 64801. (Favor de hacer cheque a nombre de Jim o Ann
Morris.) The
Teaching Home Jun./Jul. 1989 |