Simplificación del Plan Diario de Clases
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Simplificación del Plan Diario de Clases
TH June/Jul ‘89

El año pasado fue el primer año para mí de educar en el hogar a mis dos hijos menores, de 8 y 12 años de edad. Equipada, como suponía que lo debería estar toda buena educadora en el hogar, con mis libros de texto, lápices, pizarrón, escritorios, montones de papel, y mi Manual de Planes Diarios, inicié el año. Mi mayor problema fue con este último elemento, el Manual de Planes Diarios.  Para fines de año ¡yo estaba exhausta de tanto luchar con él!

Asistí entonces a un Seminario de Educación en el Hogar. Uno de los talleres que se ofrecieron fue el de “Planificación Diaria con el Sistema de Tarjetero” por Ann Morris.  Este taller cambió toda mi perspectiva sobre la educación en el hogar.  Estoy tan agradecida de que Ann haya compartido su idea ingeniosa con todos nosotros.

Ella nos enseñó a anotar en una tarjeta de fichero distinta el material a estudiarse cada día para cada materia, poniendo en la parte superior de la tarjeta el nombre del niño y de la materia. En los renglones de la tarjeta se anotan las instrucciones y el material a estudiar para esa lección.  Si la lección de ese día requiere que la maestra dé explicación previa, esto se anota antes de las instrucciones de trabajo.  Ann nos enseñó también a usar una clave ingeniosa que se usa en cada tarjeta para indicar el libro de texto que se usó, la materia, y el número de la lección.

Después de preparar suficientes tarjetas, digamos para dos semanas, se colocan en una caja (como la de un recetario) que se ha dividido por materias con pestañas. Debe haber al final de la caja una pestaña para la sección de “Trabajo Terminado.”

Ahora se pone a disposición del niño esta cajita tan valiosa. Cada día mis hijos sacan una tarjeta de cada materia, las revisan para determinar dónde les gustaría empezar ese día, y empiezan a trabajar por sí solos si la tarjeta no indica que hay instrucciones de la maestra. Anotan el número de la lección que aparece al frente de la tarjeta y la fecha del día en cualquier trabajo escrito o páginas de cuaderno de trabajo que ellos terminan en relación con ese trabajo asignado.  Luego ponen al reverso de la tarjeta sus iniciales y la fecha.  Así, la tarjeta de trabajo asignado y el trabajo terminado llevan la misma fecha y el mismo número de lección. Después de haber hecho todo lo anterior, archivan la tarjeta en la sección de “Trabajo Terminado.”  Allí encuentro la tarjeta cuando voy a revisar su trabajo.

La maestra puede entonces transferir las horas de clase a un registro diario o consecutivo (N. del E.: En algunos lugares esto es requisito del estado). La tarjeta ya terminada se archiva permanentemente en una caja adecuada–una caja de zapatos funciona muy bien.  Si hay niños más pequeños, a su tiempo se podrá volver a usar esa tarjeta.

Como dice Ann, “Al finalizar el mes, cualquiera que tenga interés en conocerlo podrá verificar el número de lecciones en cada materia que un alumno ha tenido en ese mes.”

Este sistema ha eliminado muchísimo estrés de mi trabajo educativo. Si la Tía Betsy llega inesperadamente de visita, o se enferma el perro y necesita ir con el veterinario, o tenemos que ir con el dentista, ¡mis planes de clases se esperan!

Este año estoy usando libros de texto y guías para el maestro de A Beka, y aunque me siento segura al usar el bosquejo estructurado de cada texto, tengo la libertad de hacer digresiones interesantes uno o dos días cuando los muchachos muestran un interés especial en algún tema que encontramos en nuestros estudios.  En ese caso puedo hacer unas tarjetas de lecciones nuevas e insertarlas adelante de las tarjetas existentes.  O cuando vi que uno de mis hijos necesitaba más repaso en la “simple” división larga, programé un par de lecciones complementarias y las inserté antes de sus otros trabajos.

Ann tiene un librito que ella preparó, intitulado “Planificación de Lecciones con el Sistema de Fichero,” que explica paso por paso y en detalle cómo aplicar este método a tu situación educativa.  También se incluyen ejemplos completos de las hojas de registro mencionadas en el librito.  Ella también tiene otras sugerencias excelentes en este libro en cuanto a cómo llevar registros. La persona interesada puede pedir el libro enviando U.S. $3.00 (que incluye porte) a: Light of Faith Christian Academy, c/o Jim and Ann Morris, 716 Central, Joplin, MO 64801. (Favor de hacer cheque a nombre de Jim o Ann Morris.)

The Teaching Home Jun./Jul. 1989