Filosofia Biblica Gobierno
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Enseñza de una Filosofia Biblica Gobierno
por Bill Burtness
TH, Feb/Mar 1989

En la educación cristiana queremos tener una filosofía bíblica, contenido bíblico y metodología bíblica para producir carácter cristiano en nuestros hijos.

Nuestra filosofía de gobierno plantea la pregunta, “¿Qué o quién es soberano?” Sólo hay tres opciones como respuesta a esta pregunta: Dios, el estado, o el individuo.  Si creemos que Dios es soberano, nuestro contenido y métodos deben producir en el carácter de nuestros alumnos un reconocimiento de esa soberanía, dependencia de él, obediencia a él, y no-dependencia de lo externo. Este carácter piadoso es la base del verdadero liderazgo.

Si, en cambio, creemos que no hay Dios, o si no hemos conocido la realidad de Dios en nuestra vida, sólo nos quedan entonces las otras dos opciones: el estado o el individuo.  Si decidimos que el estado es soberano, lo cual produce o socialismo o tiranía, entonces nuestra educación producirá un carácter de dependencia de cosas externas y obediencia, en última instancia, al estado.

Si creemos que el individuo es soberano, lo cual produce anarquía, entonces nuestra educación producirá un carácter no gobernado por nadie más que por el yo, pero necesitando un control externo.  El gobierno civil se verá como innecesario y hasta malo.

El fruto del Espíritu es dominio propio. El individuo ha de gobernarse o controlarse de acuerdo con las leyes y normas de Dios.

En cualquier sociedad, tal como la familia, grupo escolar, iglesia o nación, el resultado del carácter individual de dominio propio es paz y orden en lugar de anarquía, y libertad en lugar de esclavitud.  A mayor profundidad de carácter cristiano individual en una sociedad, mayor será la libertad que pueda disfrutarse sin el peligro de la desintegración.

Para preservar la libertad en una nación, por tanto, debemos luchar por obtener un carácter en nuestros hijos que sea de dominio propio (piadoso), auto-didáctico (inteligente), productivo (responsable), capaz de razonar con base en la comprensión bíblica (verdaderamente letrado), y que reconoce que el servicio es la base de la verdadera autoridad (liderazgo).  El efecto de este carácter en una nación,  y la libertad que de él resulta, será la expansión económica también.