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¿Qué Sucedió en Babel?
por Charles Taylor
Desde hace muchos años los lingüistas han tratado de descubrir los enlaces entre los sonidos de las lenguas que les lleve a un origen común para la evolución de toda la humanidad. La verdad es que no han logrado hacerlo. Dan por sentado que ha tomado miles y miles de años desarrollar las lenguas modernas, pero la historia de Babel nos indica que las lenguas modernas empezaron en su forma básica sólo hace unos pocos miles de años. Nos informa Génesis, capitulo 11, que antes de los hechos en Babel, todos los hombres hablaban un solo idioma. Las lenguas modernas, por lo tanto, empezaron a desarrollarse sólo hace unos miles, no cientos de miles de años.
Los puntos de vista tradicionales de la evolución dicen que la velocidad del proceso de cambio en los organismos es extremadamente lenta. Obviamente imperceptible hoy día. ¡Nadie lo puede ver! Teorías nuevas, como el equilibrio puntuado, sugieren la idea de que la evolución ocurre por medio de cambios rápidos, para explicar la ausencia de enlaces y el hecho de que la evolución no se observa en acción.
Desafortunadamente para los lingüistas evolucionistas, no pueden usar explicaciones como la de las mutaciones lentas, ni la de los cambios bruscos en las poblaciones pequeñas para apoyar una teoría evolucionista del desarrollo de idiomas. Las mutaciones no tienen nada que ver con las lenguas. Y la idea de cambios rápidos va en contra de la teoría comúnmente aceptada que dice que los grupos pequeños cambian su forma de hablar aún más lentamente que las poblaciones grandes. En otras palabras, los lingüistas que creen en la evolución tienen dificultades al hablar de cómo se originaron las lenguas modernas.
¿Cuánto tiempo se requiere para desarrollar una lengua?
Las diferencias que hay hoy día entre el inglés americano y el británico, o entre el español suramericano y el español castellano, o entre el holandés y el africano indican que, en un período de unos cuantos cientos de años, no hay cambios suficientes en las lenguas aisladas para clasificarlas como idiomas diferentes, cuando tienen las mismas raíces.
En una escala más amplia, el inglés y el alemán parecen haber procedido del mismo ancestro proto-germánico. Palabras comunes como water y wasser son una clara indicación de esto. Pero, por las maneras tan diferentes de utilizar las palabras que resultaron (p. ej. Ich spreche nicht deutsch contra I don't speak German), este ancestro tiene que haber existido hace 3.000 años como mínimo. Si todas las lenguas han evolucionado de un ancestro común de la misma manera que el inglés y el alemán, hubiera tomado un tiempo increíble alcanzar la variedad tan vasta de idiomas. Algunos han propuesto un período de por lo menos 300.000 años para permitir el desarrollo desde un ancestro común de todos las lenguas del mundo.
De todas maneras hay problemas con la idea del desarrollo, partiendo de una base primitiva de todos las lenguas; existen barreras naturales que no lo permitirían. Los ingleses nativos se divierten bastante cuando habla inglés un pakistaní. No es que el pakistaní no pueda pronunciar bien las palabras, sino que las pronuncia utilizando el ritmo del pakistaní, un ritmo totalmente diferente del inglés. Por la misma razón, los pakistaníes piensan que los ingleses hablan de manera extraña. Un idioma es más que palabras, y palabras en cierto orden; es palabras que también se pronuncian con cierto ritmo, un ritmo que comunica a los demás hablantes del mismo idioma. Para cambiar un idioma completamente, se necesita cambiar todos las atributos, p. ej. palabras, patrones y ritmos. El cambio en los ritmos del idioma es lo más difícil de conseguir. Los niños parecen aprenderlo mientras todavía están en el vientre de la madre. Parecería, por eso, que la única manera de cambiar naturalmente el ritmo sería que todas las mujeres embarazadas quedaran mudas de repente y luego se mudaran a otro país donde estarían en contacto solamente con hablantes de otros ritmos. Los estudios de idiomas indican que las lenguas no parecen cambiar de ritmo por evolución, por mucho tiempo que pudiera
pasar.
Sin embargo, si nos basamos en lo que ocurrió en Babel, no necesitamos cientos de miles de años para explicar los orígenes de las lenguas que se oyen hoy día. El texto de Génesis dice que en Babel Dios confundió el lenguaje (v. 7) y esparció a la gente sobre la faz de toda la tierra (v. 8). (b) Babel era una rebelión comunal contra la orden de Dios de multiplicarse y llenar la tierra después del Diluvio de Noé. Confundir el medio que usaban para ponerse de acuerdo en contra de Dios, es decir, su lenguaje, era un castigo
justo.
Pero ¿qué ocurrió en Babel? ¿Cómo confundió Dios el lenguaje? Quizá nos ayude ver primero la manera de comunicación, o cómo ocurre el habla entre dos personas. Esto nos demuestra que hay por lo menos cuatro maneras en que se podría interferir para confundir el lenguaje e iniciar un idioma nuevo y
diferente.
Mensaje Distorsionado
La conversación entre una persona (el hablante o la fuente) y otra persona (el oyente o el receptor) ocurre por medio de un medio en particular (el aire). Cuando un camión grande pasa mientras uno está hablando con un amigo, el ruido distorsiona el mensaje. Uno no puede entender exactamente lo que el amigo le está tratando de decir. El ruido del camión interfiere con las palabras. Si el ruido sigue causando confusión, ambas personas se dan por vencidas y se alejan del ruido. En tal caso, el habla ha sido distorsionada en vía del uno al otro en el aire. Dios podría haber logrado la confusión en Babel por medio de un fenómeno que causara distorsión entre los hablantes y los oyentes. Algunos creen que un método de este tipo, pero a la inversa, fue usado en Hechos 2:4-8, que Dios transformó los mensajes en ruta entre parlante y oyente, de los que hablaban en otras lenguas. En una manera parecida en Números 22:28 donde el asna puede haber rebuznado en el habla de asna, pero fue escuchado como si hablara en palabras humanas por Balaam. Dios es bien capaz de arreglar las moléculas de aire por tiempo suficiente como para causar confusión, hasta que la gente se diera por vencida en cuanto a entender cualquier conversación y se fuera. El problema con esta idea es, a menos que la interferencia continuara por mucho, mucho tiempo, no habría cambiado nada de lo básico del lenguaje. El relato de Babel en Génesis indica que la confusión ocurrió por corto tiempo, para lograr una mudanza rápida.
Mensajero Distorsionado
Algunos han sugerido que la gente en Babel era incapaz de hablar correctamente, que no podía dar un mensaje claro, p. ej. Parecido a lo que ocurre cuando una persona se emborracha o si usa droga que lo afecta de manera similar al alcohol–su habla se distorsiona. De nuevo el problema con esta sugerencia es que Dios hubiera tenido que mantener el efecto por suficiente tiempo para que la gente se separara e inventara y dominara maneras nuevas de decir las cosas. Tal método hubiera causado confusión, seguramente, pero hubiera requerido de muchísimo tiempo para la producción de patrones nuevos de lenguaje. Así que no es probable que este fuera el método usado para producir lenguas nuevas en Babel.
Receptor Distorsionado
La tercera posibilidad es que Dios temporalmente volvió sordas (en parte o totalmente) a las personas en Babel por varios años. La gente todavía podría hablar, pero no podrían oír bien, ni a sí mismos (se distorsionó el receptor). La palabra vergüenza en hebreo, traducido como "entienda" en Génesis 11:7 tiene el sentido básico de "oír, escuchar". Si fue la habilidad de oír que se debilitó en Babel, habría producido el efecto siguiente: Durante los años de su sordera, tanto hablantes como oyentes podrían haber oído solamente ciertos sonidos. Los niños de la siguiente generación adquirirían formas completamente nuevas de hablar, ritmos diferentes en particular. La gente sorda tiene dificultades con la comunicación aún en el presente. Esto es así particularmente porque, aunque utilizan las mismas palabras que sus oyentes, están usando ritmos de habla distintos a los que usan sus oyentes. Lo hacen porque no pueden oírse a sí
mismos.
Las lenguas que, después de Babel, se distinguían por su ritmo, separarían más a la gente que lenguas que solamente tenían sonidos distintos, así que parece razonable proponer que cambios en los sonidos podrían haber ocurrido también, especialmente teniendo en cuenta el número de familias distintas de lenguas en el mundo hoy. Yo, como lingüista, prefiero una sordera impuesta, como el mecanismo más natural por el cual Dios podría haber causado la confusión en Babel.
Existe una alternativa más. Quizá Dios sencillamente dio a los hombres patrones de lenguaje independientes y nuevos, totalmente inherentes, como hizo con el primer Adán. Ciertamente hubiera sido rápido, y también hubiera causado confusión total. Una separación por grupos lingüísticos nuevos hubiera sido el siguiente paso, dejando las cosas listas para el comienzo del desarrollo de las lenguas modernas. Sin embargo, el texto de Génesis no especifica que Dios haya dado nuevas lenguas a la gente, solamente dice que "confundió Jehová el lenguaje." Por eso sospecho que esta sugerencia va demasiado lejos para ser
correcta.
Los acontecimientos en Babel enseñan que el propósito de Dios era quitar lo que tenían en común en su lenguaje, para así capacitar y a la vez obligar a los hombres a obedecer su sabio mandato de poblar el mundo entero. Logró Su propósito. Cualquier intento de revocarlo con un idioma nuevo, mundialmente uniforme, simplemente no funcionaría.
Publicado originalmente en:
Creation Ex Nihilo, 6(2): 20-23,
Noviembre de 1983
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