Rasgos Negativos de Tus Hijos
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Cómo Identificar y Tratar
Con los Rasgos Negativos de Tus Hijos Los
padres veteranos en educar en el hogar han experimentado el conflicto que viene
con tratar de instruir a sus hijos. El solo hecho de requerir que un niño haga
su trabajo escolar frecuentemente chocará con su naturaleza pecaminosa o puede
evocar una reacción negativa. La
verdadera educación desarrolla disciplina propia y buenos hábitos de estudio,
y constituye trabajo arduo tanto para el padre como para el hijo. Cuando los
padres evaden los conflictos que se dan en forma natural, el proceso de educación
se alarga y se intensifican los conflictos futuros. Por tanto, los padres deben
esperar con agrado cada conflicto considerándolo como una oportunidad de llevar
a su hijo hacia la madurez. Uno
o más de los siguientes tres rasgos negativos de carácter probablemente surgirá
en cada uno de tus hijos. Al
aprender a reconocer estos rasgos, puedes tomar las medidas apropiadas para
ayudar a tu hijo a vencerlos. Veamos
cómo el proceso educativo saca a la luz cada uno de estos rasgos y cómo los
padres pueden tratar eficazmente con ellos. Pereza Esta
se observa en un niño que trabaja por abajo de su capacidad natural de manera
constante. Síntomas:
(1) Abiertamente, no haciendo el trabajo asignado. (2) Encubiertamente,
disfrazando la pereza de frecuente olvido; soñando despierto; haciendo trampa;
pretextos y/o mentiras (no tener tiempo suficiente, no entender, “el perro se
comió la hoja,” etc.). Tratamiento:
(1) El niño que es abiertamente flojo necesita ser alentado de una manera
amorosa. Verifica que esté ubicado en el nivel correcto de su material de
estudio, y asegúrate de que tus expectativas de avance para él sean
razonables. Además, podrías considerar un examen médico para asegurarte de
que su audición, visión y percepción mental no sean un problema. Desarrolla
una modalidad de éxito en todas las materias; es decir, regrésalo al nivel en
el que pueda experimentar el éxito. Descubre cuál es su área de interés
especial en la que puede tener la experiencia de recibir elogios de manera
constante. Nota: Estos niños normalmente no son motivados por elementos
externos porque no son competitivos y con frecuencia sencillamente se dan por
vencidos. Su mejor motivación es el éxito personal.
(2) El niño encubiertamente flojo necesitará de presión adicional por
la vía de exigírsele trabajo adicional o de alguna otra manera obligarlo a
manifestar su rebeldía para que ese problema pueda ser tratado. Orgullo Esto
se da cuando el niño tiene un concepto más alto o más bajo de sí que el que
debe tener. Síntomas:
(1) Abiertamente, este es el alumno estrella que lucha por la excelencia, no
porque lo disfrute personalmente, sino por recibir aceptación, cumplidos,
reconocimiento o elogios. Este niño es sumamente individualista y generalmente
es de voluntad fuerte. (2) Encubiertamente, el orgullo se manifiesta en el niño
incumplido que se da por vencido con demasiada facilidad, trabaja por abajo de
su nivel para no fracasar, y tiene una auto‑imagen negativa.
Normalmente este niño trata de evitar llamar la atención a sí mismo, fácilmente
es inducido por otros a la conducta negativa para ganar aceptación social, y fácilmente
se aburre. Tratamiento:
(1) El niño abiertamente orgulloso necesita que se le restrinjan las
recompensas y los elogios. Ayúdalo a aceptarse a sí mismo aparte de sus
logros. Nunca alimentes su orgullo. (2)
El niño encubiertamente orgulloso necesita mucha atención personal y
reconocimiento sincero y realista por su esfuerzo.
Ambos niños necesitan enseñanza, consejo, y oración. Rebelión Este
es el rechazo activo o pasivo de controles externos que requieren que un niño
actúe en contra de su voluntad. Síntomas:
(1) Abiertamente se manifiesta en una actitud arrogante y/o desafío constante
de la autoridad y de cualquier regla de conducta.
(2) Encubiertamente, su rendimiento es escasamente por encima del mínimo
requerido por las reglas o por la intención de las reglas, discute mucho cuando
es confrontado, no acepta responsabilidad por sus malas acciones, manipula para
causar confusión y colapso de la autoridad. Tratamiento:
Confrontar al niño abierta o encubiertamente rebelde y aplicar disciplina
corporal si tu autoridad es rechazada. Motivación
Positiva Una
motivación adecuada tiene que ver con el desarrollo del carácter del niño, y
no meramente con lograr un objetivo a corto plazo.
El avance y la conducta normales deben ser correspondidos con elogio
sencillo y honesto para alentar al alumno a continuar.
Las recompensas deben darse únicamente para una conducta excepcional
superior a la norma. La
motivación inadecuada sigue métodos humanistas que apelan a los rasgos de carácter
negativos del niño y los refuerzan. A un niño nunca se le debe elogiar o
premiar para lograr que cumpla o tenga buena conducta. La manipulación (causar
que alguien haga lo que no haría por elección consciente) de un niño es fácil
y eficaz. Sin embargo, beneficia sólo
al padre (para conseguir lo que él quiere y evitar la confrontación), y no al
niño. El evitar el conflicto con un niño no lo educará a él y con el tiempo
será contraproducente cuando él descubra que se le ha mentido y engañado. Los
hijos necesitan la ayuda de sus padres para entrar a la vida de adultos sin
estar controlados aún por sus rasgos de carácter negativos.
Yo creo que la educación en el hogar es definitivamente el mejor campo
de entrenamiento para que los padres ayuden a sus hijos a alcanzar la madurez.
Que Dios te conceda la sabiduría para usar este vehículo para el
beneficio eterno de tus hijos. The Teaching Home Jun / Jul 1989 |