Entre Mamás - Abril 2000
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Entre
Mamás – Abril 2000 El
mes pasado hablé en el seminario ATI México en Monterrey sobre nutrición.
Mientras preparaba la sesión me quedé asombrada de las ideas cambiantes
de los hombres. Cuando yo era joven teníamos un cuadro con los cuatro grupos de
alimentos. Luego vino el triángulo de la nutrición. Finalmente la semana
pasada descubrí que ahora es un círculo. Las ideas de los hombres cambian
constantemente. ¿En qué podemos confiar? Al examinar la Palabra de Dios
encontré mucho consejo respecto a nuestros hábitos alimenticios, y no cambia.
Alimentarse de manera nutritiva es asunto de salud. Es prudente alimentarse
sanamente. La ley de Dios nos da buen consejo. Nos sentiremos mejor y lograremos
más si tenemos buena salud. Sin embargo, no seremos así más aceptos ante los
ojos de Dios. Dios
usa el pan como ejemplo de buen alimento. El pan se menciona 361 veces en la
Biblia. En Juan 6 Jesús se refiere a sí mismo ocho veces como el pan de vida.
El pan saludable es de grano entero y fresco. El trigo integral tiene 72% más
nutrientes que el pan blanco. El trigo fresco recién molido es el mejor. El
hombre ha diseñado una manera de hacer que el pan dure más, quitándole la
parte más nutritiva del grano. Yo
uso miel y aceite de oliva en mi pan. Ezequiel 16:19 habla de pan de flor de
harina, aceite de oliva y miel. La miel es un excelente substituto para el azúcar
refinado en la mayoría de las recetas. Es más dulce, de modo que se puede usar
una cantidad un poco menor. Jesús y Juan Bautista comían miel, así que
estamos en buena compañía. Como
quiera que comamos, debemos recordar que realmente sólo es temporal. Este
cuerpo morirá un día, no importa lo bien que lo alimentemos. Las
relaciones que cultivamos son más importantes que lo que comamos. Nunca debemos
ofender a nuestros hermanos por lo que comemos o no comemos. I Timoteo dice que
nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias. Lo correcto y cortés
es comer lo que se nos ofrezca y mostrar gratitud hacia la persona y hacia Dios. Pan
Integral 2
1\2 tazas agua tibia
2 cucharadas de levadura 1\2
taza de aceite de oliva
1\2 taza de miel 3
huevos
1 cucharada de sal 8
a 12 tazas de harina integral Mezcla
la levadura con agua tibia. Agrega el resto de los ingredientes con la mitad de
la harina. Mézclese bien. Agrega harina, una taza a la vez, hasta que la masa
pueda formar una bola que no se quede pegada a la olla. Amasa por 15 a 20
minutos sobre una superficie enharinada. Pudiera ser necesario agregar más
harina cuando la masa se vuelva pegajosa, pero no demasiado, porque hará que el
pan se seque. Deja que crezca hasta que doble su tamaño. Golpea para bajarlo y
amasa suavemente. Prepara
bollos o tres teleras. Deja que crezca de nuevo unos 45 minutos Hornea
a 350 grados por 15 a 20 minutos, para bollos, y 20 a 25 min. para teleras. |