Nuestros Lectores Escriben
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Nuestros Lectores Escriben - Febrero 2006Los cassettes han sido de gran bendición Les estoy muy agradecida a ustedes y a Dios por ser quien los ha guiado a llevar estos mensajes. Que Dios les bendiga. Mayra Tirado
Desde que mi hijo mayor era muy pequeño, notamos que era muy activo e inquieto. Cuando comenzó el kínder, y hasta cursar el quinto grado de primaria, recibimos constantes quejas de sus profesores por su inquietud, distracción y juego continuo. Recurrimos a un psicólogo y nos dijo que nuestro hijo presentaba déficit de atención con hiperactividad. Además nosotros notamos la facilidad con que era influenciado por malas compañías. Se volvió rebelde y grosero en su forma de hablar. Perdió todo interés en la escuela. El segundo también mostraba poco interés en la escuela y ambos estaban mal en sus calificaciones. Con la tercera no era igual. Era responsable, y estaba teniendo buenas calificaciones y buena conducta. Pero tanto ella como sus hermanos mayores mostraban la influencia de las cosas del mundo (música, televisión, malas compañías en la escuela, etc.) Debido a nuestra preocupación comentamos esto con mi pastor, y con otro hermano que nos ha apoyado mucho a mi esposo y a mí. Este hermano nos hizo llegar unas revistas de El Hogar Educador, animándonos a que contempláramos la posibilidad de que sacáramos a nuestros hijos de la escuela pública y asumiéramos nosotros mismos la responsabilidad por la educación de nuestros hijos en nuestro propio hogar. Quiero decirles que al leerla quedé impactada por los muchos testimonios de padres que han sido grandemente bendecidos por medio de este ministerio. Doy tantas gracias a Dios porque Él ha abierto las puertas para que podamos traer a nuestros hijos a casa y educarlos conforme a su voluntad y su Palabra, por habernos permitido saber de este ministerio que Él ha levantado. Les pido en el amor de nuestro Padre Celestial, y en el nombre de su Hijo, Jesucristo, me hagan llegar la revista y más mateial informativo sobre la educación en el hogar. Deseando que el Señor de toda la gloria siga prosperando su vida espiritual y su ministerio. Una mamá
En el amor de Aquiel aquien servimos. Fausto Damas |