La Última Palabra Diciembre 1999
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La Última Palabra Diciembre 1999 Por Mike Richardson Lucas 9:48 Hoy en la tarde Pam y yo estábamos platicando acerca de nuestros objetivos en cuanto a entrenar a nuestros hijos. Incluyen:
Nos dimos cuenta que cuando un niño cuenta con estas cosas, cuenta con todo lo que necesita para realmente tener éxito en la vida. Cuando las primeras tres metas se alcanzan desde temprano en la vida, esto facilita la obtención de la última. Sin embargo, siempre debemos recordar que nuestro trabajo es enseñar a nuestros hijos acerca de Dios, pero ellos mismos tienen que llegar a conocerle personalmente. Una vez oí a un pastor decir, "No habrá nietos en el cielo allí todos serán hijos ¡hijos de Dios!" La Biblia nos dice en Salmos 127:3-5, "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta." Los hijos verdaderamente son una bendición del Señor. No obstante, tenemos que ser diligentes al entrenarlos. Proverbios 29:17 dice, "Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma." Hace unos pocos días Pam y yo descubrimos que ¡vamos a tener otro bebé! Cuando nazca vamos a tener ocho hijos y ¡cinco de ellos van a tener de cinco años para abajo! Por increíble que parezca, ¡Dios nos está dando sus bendiciones en abundancia! Jesús nos dice en Lucas que a quien mucho se le da, mucho se le requiere. Con la llegada de cada hijo adicional, Pam y yo nos damos cuenta del significado de entrenarlos para que sirvan al Señor con todo su corazón. Por favor oren que Dios nos dé la sabiduría para llevar a cabo esta tarea. En Cristo, Mike |