La Última Palabra - Febrero 1997
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La Última Palabra - Feb 1997
por Mike Richardson

Estimados ,

El año pasado visitamos a la familia de mi esposa en Virginia (al este de los Estados Unidos). Una de sus tías (que tiene setenta años) hablaba acerca de una vecina que había muerto. Cuando nos dijo de su muerte ella mencionó, "Toda la gente anciana de aquí está muriendo." Luego agregó, "Supongo que eso nos convierte en la gente anciana." Era como si ella nunca se hubiera considerado anciana.

La verdad es que el tiempo vuela y muchas veces no nos damos cuenta. He llegado a reconocer que yo no estoy exento de este fenómeno. Todos debemos de pasar por las diferentes etapas de la vida. Nosotros como familias educadoras podemos ver aún más claramente cada etapa de la vida de nuestros hijos, debido al tiempo que pasamos con ellos. Nos esforzamos por guiarles en el camino en que deben de ir (Proverbios 22:6) para que puedan estar preparados para todo lo que Dios tiene reservado para ellos.

En sus primeros años les enseñamos a leer, a escribir y a resolver problemas matemáticos. También les enseñamos gramática, ortografía, historia, ciencias naturales y mucho más. Nuestro mayor esfuerzo lo invertimos en enseñarles los caminos del Señor. Conforme pasan los años empezamos a dar más y más responsabilidades a nuestros hijos. Porque como ustedes saben, la meta que deseamos para ellos es que tengan responsabilidad total sobre sus actos — ¡de eso se trata el ser adulto!

En nuestro hogar estamos comenzando una nueva etapa de estudio con nuestro hijo Michael. El estará trabajando en la oficina del Instituto de Principios Básicos para la Vida en Dallas por dos meses. Es un ministerio que enseña principios bíblicos a la gente en todo el mundo. Este es el inicio de la etapa de su entrenamiento dedicada al aprendizaje vocacional. Durante los siguientes años obtendrá habilidades de trabajo, de ministerio y de la vida. Estas no sólo le ayudarán a trabajar y a ganarse la vida, sino que también lo prepararán para el trabajo del Señor. Como pueden ver, nuestra responsabilidad de guiar a nuestros hijos no termina en la Preparatoria, sino que también debemos prepararlos para la vida. Por favor oren junto con nosotros para que él pueda hacer un trabajo excelente.

En Cristo,

Mike y Pam