Nuestros Lectores Escriben - Oct 1996
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NUESTROS LECTORES ESCRIBEN - OCT 1996 Les saludamos y agradecemos profundamente la correspondencia y el cassette que nos enviaron. Alabamos a Dios y nos regocijamos grandemente al recibir este refrigerio espiritual. Después, al escuchar el cassette nos animamos a seguir adelante con todo empeño en nuestra escuela hogar. Ya han transcurrido cuatro años y testificamos que ha sido la fidelidad de Dios y su sostén lo que nos ha mantenido vivos. ¡Gloria a El! Les presentamos a nuestra familia: Homero y Gloria María (papá y mamá), Joel Homero (12). Susana (casi 11), Ana Dámaris (6) y Gabriel (1 año y 10 meses). Muchos hermanos nos han ayudado desde que empezamos este maravilloso proyecto, y ahora vemos que Dios nuevamente nos tiende su mano. "Porque para siempre es su misericordia". Sin merecerlo El derramará sus bendiciones abundamente. Homero y Gloria Salinas Damos las gracias a Dios por sus vidas, y por la decisión que tomaron de quedarse a ministar en nuestro país y es para nosotros de mucho gozo el poder recibir el boletín El Hogar Educador. Es el deseo de nuestros corazones que Dios prospere su ministerio entre nosotros. Nuestra familia está formada por tres hijos: Jorge Guilibaldo de 10, Ana Esther de 7 y Eleazar de 8 meses. Hace tres años aproximadamente, mi esposa conoció a una jovencita que estaba siendo instruida por sus padres en casa. Esto impactó tanto a mi esposa que ella empezó a interesarse en ello, y el Señor empezó a trabajar en su corazón a través de esta jovencita. Posteriormente, mi esposa empezó a compartirme a mí acerca de la instrucción en casa, lo cual se me hacía muy ilógico y no podía concebir la idea de que los niños no asistieran a la escuela, pues es la educación que hemos recibido en nuesta sociedad. El Señor usó a dos matrimonios que dedicaron su tiempo a explicarnos y darnos razones de por qué era bueno instruir a nuestros hijos en casa, mas sin embargo seguía siendo difícil para mí la idea. Teníamos a nuestros hijos en una escuela cristiana, y mi esposa ministraba también ahí, así es que pensaba que eso era suficiente, pero pasados unos meses, Dios trabajó fuertemente en mi corazón y en mi vida, y gracias a las oraciones de mi esposa, Dios hizo que cambiara de manera de pensar, mostrándome que éramos nosotros los únicos responsables de la educación de nuestros hijos, y fue así como el 12 de abril de 1994, empezamos como familia un estilo nuevo de vida, y mencionamos un nuevo estilo de vida, porque en la educación en casa se comparte cada momento de nuestras vidas con nuestros hijos y podemos aprovechar cada circunstancia y situación para instruirlos. A través de este tiempo, Dios ha sido bueno con nosotros. El ha unido más a nuestra familia y a nosotros como esposos aún más, y aunque hemos tenido momentos difícíles, la gracia de Dios ha sido aún mayor. Dios ha hecho grandes cambios en nuestro hogar y nos ha dado momentos preciosos juntos. Nuestros hijos han aprendido lecciones que en ningún centro de aprendizaje podrían aprender. ¡Gracias a Dios por tan gran privilegio! Creemos que cada familia debe de encontrar el sistema o programa que se adecúe a sus necesidades, ya que cada familia es diferente y cada mamá e hijo también; pero sí podemos decir que el enseñar de esta manera requiere de mucho tiempo y dedicación, pero nos ha traído grandes recompensas como familia y hemos disfrutado el tiempo haciéndolo. Guilibaldo y Paty Garza |