Reconozcamos a Dios
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Reconozcamos a Dios
por Beth S.

"Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al Señor. Su salida es tan cierta como la aurora, y Él vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra" (Oseas 6:3).

Éste fue nuestro versículo lema para el año. Lo escribí en letras grandes en un tablero y dibujé flores exuberantes alrededor de las palabras, colocándolo en la pared atrás de mi escritorio en nuestro salón de clases.

Algunos días leíamos el versículo juntos, pero la mayor parte del tiempo era un recordatorio para mí–mi meta para el año. Aun cuando nuestro lema cambia cada año, no quiero olvidar lo que me ha enseñado este versículo.

Cada día, de alguna manera, quiero reconocer a Dios–no sólo en una oración matutina, como una caravana al encontrarnos por la calle. Quiero recibirlo como nuestro Huésped invitado especial, como nuestro Director de escuela, Consejero y Fuente de todo conocimiento.

Se requiere un esfuerzo. Debemos perseverar en reconocerle, pues en ocasiones lo olvidamos a medida que el día se vuelve largo y nos fatigamos. Tenemos que detenernos para contemplarlo de nuevo y recibir instrucciones, perdón y bendiciones.

Es así como le vemos de verdad: cuando lo buscamos. Por supuesto, sabemos que un día se presentará y lo veremos en toda su gloria, tal como Él es. Pero aun ahora, podemos saber que Él está presente con nosotros, tan cierto como que sale el sol cada mañana.

Dios Santo, cuánto anhelo hacer mío este versículo. Ayúdame a reconocerte cada día con reverencia y alabanza agradecida, esperando que Tú vengas, así como espero la salida del sol y la caída de la lluvia. Que mis hijos aprendan con mi ejemplo a esperarte de la misma manera. Que aprendan a reconocer Tu presencia en lo más íntimo de su ser.

Te reconocemos, Señor, y sabemos de nuestra profunda necesidad de Ti. Eres maravilloso, sin comparación. ¡Te alabamos! Te damos la bienvenida a nuestro salón de clases esta semana, Señor. Amén.

Copyright September/October 1999
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