Educando en el Hogar a Una Multitud
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Educando en el Hogar a Una Multitud

Las familias que tienen la bendición de tener varios hijos enfrentan retos especiales. La educación en el hogar puede proveer un estilo de vida que incrementa importantemente la unidad y las oportunidades para el crecimiento espiritual y académico.

No obstante, como en toda familia que educa en el hogar, la familia grande no debe perder de vista la magnitud de sus responsabilidades. No debe comprometerse la meta de excelencia en todas las áreas de la formación, a causa del número de hijos. Más bien, todas las decisiones educativas se deben tomar considerando el resultado final para cada hijo.

Mientras ciertos métodos nos llamen la atención porque parecen ser los más fáciles o los que menos tiempo consumen, debemos entender que sólo obtendremos “lo que pagamos.” Cualquier método puede ser utilizado en forma irresponsable o en forma sabia. La dedicación de padres dispuestos a invertirse a sí mismos en la vida de sus hijos es la que determina si el resultado será mediocridad o calidad, independientemente del material académico que se utilice.

Un plan de estudios tradicional puede ser complementado con abundante lectura y experiencias, o un plan de estudios integrado puede complementarse con la inclusión de libros de texto más “substanciosos”. El punto de partida no es tan importante como lo es la sensibilidad de los padres a las áreas débiles y su prontitud para suplirlas.

Otras áreas difíciles para la familia grande incluyen: elaboración de horarios, disciplina y quehacer doméstico—la mera logística de alimentar, vestir e instruir a todos los niños. Como el tamaño creciente de una familia multiplica el potencial, ya sea para la cooperación o para el caos, se hace indispensable tener un plan funcional y aplicarlo.

Copyright October/November 1991

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