Correspondencia para Enseñar Redacción
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Correspondencia para Enseñar Redacción
por Nora M.

Nuestra familia escribe cartas casi cada semana. Normalmente cuando escribimos, todo el que tenga edad para escribir o sostener una crayola redacta su propia carta.

El destinatario recibe todo un paquete de cartas en lugar de una sola en representación de toda la familia.

Esto requiere una inversión de tiempo y esfuerzo, pero los beneficios bien valen la pena.

El primer beneficio es para la persona que escribe. Las cartas proveen oportunidad para practicar ortografía, caligrafía, gramática, redacción y todas esas habilidades que nos conducen a llenar páginas de cuadernos intentando aprenderlas.

Las cartas son mucho más eficientes que los cuadernos, cuyos beneficios terminan cuando se ha llenado el cuaderno.

La redacción de cartas también ayuda a los niños a cultivar relaciones con amigos y parientes que se encuentran lejos.

Como respuesta a la rutina de “Ya estoy cansado de escribir cartas,” les pido a los niños que recuerden cuánto lo disfrutan ellos cuando alguien se toma el tiempo para escribirles a cada uno de ellos (sí tenemos unos cuantos parientes que se toman el tiempo para escribir).

Los que no tienen tiempo para escribir cartas individuales a cada niño, en muchos casos se dirigen a cada niño en una misma carta para agradecerles. Esta carta es leída en voz alta para todos.

Sin embargo, es importante enseñar a los niños que “más bienaventurado es dar que recibir.”

Aquellos que reciben las cartas interesantes, bien redactadas y con buena caligrafía, no pueden más que enterarse de que tus hijos están aprendiendo algo con su educación en el hogar.

Lo que es más, en nuestro caso algunas de las personas a quienes les hemos escrito han mencionado que nuestros hijos son los únicos que jamás les han enviado cartas de gratitud.

Después de cinco años de experiencia, presentamos aquí algunas ideas prácticas:

Usa papel reciclado para escribir un borrador primero. Acostumbra a los niños a que no se aceptarán errores ortográficos ni gramaticales ni mala caligrafía en la versión final. Esta es la oportunidad para aprender a revisar y corregir.

Si los niños tienen edad para hacer garabatos en una hoja con crayola, entonces tienen edad para garabatear una carta. La educación en el hogar empieza con el nacimiento, y cada niño participa según su capacidad.

Cuando el niño tenga edad para copiar una letra, escribe la letra inicial de su nombre en otro papel para que él lo copie, pero no lo presiones demasiado para que lo copie a la perfección.

Con el tiempo descubrirá que cada letra tiene su propia forma y significado.

Como a la edad de tres o cuatro años los niños probablemente empiecen a copiar cartas sin necesidad de ser asesorados por otro. Sin embargo, no es seguro que sigan las rayas de la hoja.

Otra opción para los niños que no han aprendido a escribir es que ellos dicten una carta para que tú la escribas. Esto les enseña el concepto de que las palabras habladas pueden ser convertidas en palabras escritas.

Muchos malos hábitos de escritura se dejarán ver en las cartas. Nosotros no permitimos la repetición constante de palabras como “muy” y “mucho”.

Otra costumbre que prohibimos es decir: “Voy a hacer esto o aquello,” en lugar de decir: “Tenemos planes de hacer...” o alguna otra cosa más creativa. “Fue divertido...” también está prohibido, excepto en el caso de los niños muy pequeños.

Después del segundo grado hablamos acerca de diversas maneras de lograr que las oraciones sean más interesantes. Por ejemplo, no iniciar cada oración con la misma palabra (yo), y variar la estructura de la oración.

Procurando no reglamentar demasiado, pido a cada niño que escriba cierto mínimo de oraciones y párrafos en sus cartas.

Los de primero y segundo año escriben un párrafo. Los de tercero y cuarto grado escriben dos párrafos con un mínimo total de diez oraciones y los de quinto y sexto escriben tres párrafos con un mínimo total de 15 oraciones.

Por supuesto, estos son lineamientos que se pueden modificar. Por ejemplo, a una de mis hijas le gusta escribir una poesía como uno de sus párrafos.

Una papelería atractiva ayuda a animar a escribir cartas. Se pueden conseguir hojas especiales para correspondencia con márgenes adornados. Para los más pequeños conviene que la hoja sea rayada para ayudarles a escribir en líneas rectas.

Cuando estábamos estudiando acerca del congreso escribimos a nuestros diputados en papelería adornada con márgenes floreados.

Los niños se sintieron muy complacidos cuando cada uno recibió su contestación. El diputado comentó que nunca había recibido cartas tan coloridas y que las había fijado en un periódico mural.

¡Feliz Redacción!

Copyright April/May 1991

by The Teaching Home,

Box 20219, Portland, OR 97294

www.TeachingHome.com

Reprinted by permission

Nota del Editor

Otra idea es que tus hijos escriban una carta a El Hogar Educador.  Estas son algunas sugerencias de temas.  Selecciona uno de estos o escoge otro tema que sería de ayuda o aliento para otros lectores.

           Lo que les agrada de la educación en el hogar .

           Su viaje de estudios favorito.

           Ideas que ellos usan para ayudar en la enseñanza de sus hermanos menores.